Los promotores de la urbanización Rosa del Lago, en Puerto del Rosario, pretenden empezar la ejecución de lo que sería una nueva zona turística, con más de 2.500 plazas alojativas, villas y campo de golf de 18 hoyos, construyendo una playa artificial. La decisión está en manos del Ministerio de Ambiente.

Las empresas promotoras han solicitado a la Dirección General de Costas la concesión, durante 75 años, para habilitar una playa artificial de casi 500 metros de longitud en la zona conocida como El Charquito, al norte de Puerto Lajas.

En el proyecto se plantean dos alternativas: para la primera se construiría un dique de 144 metros de longitud en el extremo sur y un muro de 12 metros al norte, aprovechando un saliente de la costa. Se verterían 61.000 metros cúbicos de arena, que se plantea traer de África, para que la parte seca de la playa, unos 33.000 metros cuadrados, oscilase entre los 30 y los 100 metros de ancho.

La segunda opción contempla un dique al norte de 180 metros de largo y otro al sur de 170 metros, con una superficie de arena seca de 35.000 metros cuadrados. En el proyecto presentado a Costas se plantea también la construcción de un bar con terraza de 300 metros y una terraza ‘chill out’ con otros 339 metros.

Para rentabilizar la inversión, que en el “estudio previo” sobre el que “se podrían realizar modificaciones en un futuro”, se estima en unos dos millones de euros, las empresas promotoras también quieren colocar 466 hamacas, 233 sombrillas, y poder alquilar al menos ocho patines y cuatro motos de agua.

En total, prevén ingresar, de entrada, 517.000 euros al año, con tendencia al alza, hasta llegar a los 2,3 millones anuales al final de la concesión. Entre las empresas que solicitan a Costas la concesión de la playa artificial y las sociedades promotoras de la urbanización Rosa del Lago hay coincidencias. En el listado de administradores se encuentran Pedro Agustín del Castillo, presidente de Binter y a quien se le estima un patrimonio de 750 millones de euros según Vanity Fair, o Fernando del Castillo y Benítez de Lugo, hijo del conde de la Vega Grande, con importantes intereses turísticos en el sur de Gran Canaria.

La urbanización Rosa del Lago, con más de 1,2 millones de metros cuadrados de superficie, se aprobó por el Gobierno de Canarias en febrero de 1999. Al año siguiente empezaron las obras de la urbanización, con movimientos de tierras y el trazado de las calles. En abril de 2004 obtuvieron la declaración de impacto ambiental, con un amplio listado de condicionantes, para un campo de golf de 18 hoyos que ocuparía una superficie de 682.000 metros cuadrados. Lograron licencia para un hotel de cinco estrellas pero no para desarrollar toda las camas de la urbanización.

En 2001 entró en vigor la Moratoria turística y en 2003 las Directrices generales de ordenación y del turismo, que mantuvo las restricciones para la construcción de nueva planta alojativa. Optaron entonces por paralizar las obras, pero reclamaron una indemnización de 68,8 millones de euros al Gobierno regional por la imposibilidad de construir todo el plan parcial. Perdieron tanto en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias como en el Tribunal Supremo.

Su último movimiento ha sido la solicitud a Costas para que se les conceda la construcción y explotación de la playa artificial, contra la que grupos ecologistas y ciudadanos han presentado alegaciones.

El concejal de Urbanismo de Puerto del Rosario, Roberto Padilla, señala que el proyecto de urbanización del plan parcial Rosa del Lago, para la ejecución de las calles y los servicios, tenía licencia, y apunta que no le consta que esté caducada. No obstante, si quisieran hacer alguna modificación sí tendrían que pedir nuevas autorizaciones, aclara.

En el Plan General de Ordenación (PGO) de la capital de la Isla, que entró en vigor a principios de año, se califica el suelo de Rosa del Lago como urbanizable sectorizado ordenado con planeamiento incorporado. El uso principal es el turístico, el número máximo “orientativo” de plazas alojativas sería de 2.504 y la superficie máxime a edificar alcanzaría los 147.000 metros cuadrados, con edificios de hasta cuatro plantas de altura. En la ficha de la urbanización incluida en el Plan General de Puerto del Rosario se especifica una densidad máxima de 12 viviendas por cada 1.000 metros.

Dentro de los límites de un Lugar de Interés Comunitario

La playa artificial estaría en un Lugar de Interés Comunitario (LIC), el del espacio marino del oriente y sur de Lanzarote y Fuerteventura. Aunque en el documento ambiental se dice que “parte de la zona afectada por el proyecto se encuentra dentro de los límites del LIC”, según el propio plano, toda la playa y los diques estarían en el interior de ese espacio, incluido en la Red Natura 2000. Además, hay un hábitat protegido “a unos 1.100 metros de distancia, en la zona de Puerto Lajas”, que consiste en un banco de arena.

Con respecto a la tortuga boba, y al delfín mular, dos especies marinas que se han detectado en el Lugar de Interés Comunitario, “su facilidad de movimientos hace que no se pueda descartar su aparición en la zona”. En el estudio encargado por los promotores se dice que el delfín mular “se estima que no realiza acercamientos a la costa” y con respecto a la tortuga boba que el plan para reintroducir la especie en la Isla se localiza en las costas occidentales y en el sur y sureste de Fuerteventura.

Claves

URBANIZACIÓN. El importe de las obras de urbanización del núcleo turístico Rosa del Lago tenía un presupuesto, hace más de 15 años, de 6,7 millones de euros. Cuando pretendieron cobrar una indemnización del Gobierno, los promotores aportaron la certificación de una constructora de llevar invertidos 1,7 millones. El Ayuntamiento certificó en cambio que la inversión había sido menor, de unos 826.000 euros.

DEL CASTILLO. En las empresas promotoras de la urbanización y de la playa artificial hay administradores de varias ramas de la familia Del Castillo: Rosa de Tinojai, con Pedro Agustín del Castillo Machado y Pedro Fernando del Castillo Bravo de Laguna; Rosa del Lago, con el citado Pedro Agustín del Castillo y Fernando del Castillo Benítez de Lugo; o Grupo inmobiliario Tinojai, con Miguel y Juan Alejandro Escudero del Castillo.