-Fuerteventura fue, junto a El Hierro, la única isla canaria que accedió al concurso Smart Island, del programa Red.es del Ministerio de Industria. ¿Qué proyectos incluye?

- El Cabildo, del que depende la sociedad Parque Tecnológico de Fuerteventura S.A. concurrió con la iniciativa Open i-Sland que se financia con 6,7 millones de euros a fondo perdido. El proyecto se estructura en tres bloques. El primero es el llamado buen gobierno, que es un paso más a la administración electrónica. Estamos hablando de un auténtico gobierno electrónico. Por ejemplo, en el caso de un pleno, asegurar la grabación, las actas firmadas digitalmente por Secretaría o garantías de seguridad, integridad y trazabilidad en el archivo del documento. El segundo bloque es la creación de un centro de proceso de datos, CPD, y un centro de servicios compartidos, CSC, para dotarlos de más eficacia o ahorrar costes, ya sea en renovación, licencias, mantenimiento, etcétera. En este campo, se pretende una unificación de servidores de las administraciones locales, lo que nos permitirá una mayor eficacia, entre otras, en materia de ciberseguridad, en el cumplimiento del esquema nacional de seguridad. Por último, en la tercera pata del proyecto se prevé la sensorización de elementos para la gestión inteligente de los servicios, a través de la información recibida. Hablamos en concreto de iluminación vial o de los contenedores de cartón, papel y plástico. Si podemos monitorizar, sabremos cuáles se llenan antes y el responsable público podrá reorganizar las rutas de recogida, con el correspondiente ahorro de combustible y de emisiones de los vehículos.

- ¿Los tres bloques se desarrollarán a la vez?

- Eso se pretende, aunque en estos momentos estamos con la redacción de los pliegos de condiciones para Red.es que es el ente que licita los concursos. Se trata de un trabajo muy técnico, en el que estamos colaborando con el Cabildo desde el Parque. Esperamos cerrar los pliegos en unas semanas y que concursen los proyectos en cuatro o cinco meses. Hay que subrayar la importancia de contar con estas herramientas de información, no ya solo en los aspectos que presenta Fuerteventura Open i-Sland, sino en la puesta a disposición de cualquier usuario de los datos que permitirían, por ejemplo, hasta diseñar un circuito de running para alérgicos, monitorizando los árboles de una zona.

- Otra de las apuestas del Parque es la recién creada Aula Microsoft.

- Es una gran baza que llegó, como en tantas otras ocasiones, por una coincidencia. En septiembre pasado, el Cabildo fue galardonado por el Parque con el premio al mejor programa de retorno y atracción de talento, dentro de los Startup Europe Awards, de la Comisión Europea, cuya final se celebró en Bruselas. En el jurado se encontraba la vicepresidenta de Microsoft con la que, al final del acto, ideamos e iniciamos una alianza. Nos explicó que la empresa quería poner en marcha un proyecto piloto de experiencia Microsoft. Ellos corrieron con la financiación completa del Aula, con una inversión de 29.000 dólares para licencias, ordenadores, servidores e imagen del espacio. Por nuestra parte, la idea primera es formar a profesores en estas competencias, para que ellos las trasladen a sus alumnos. Estamos hablando siempre de formación certificada por el fabricante. Tengamos en cuenta que el 98% de las empresas a nivel global utilizan paquetes Microsoft. Hoy en día, se exige en cualquier disciplina una certificación, ya sea en idiomas o, en el caso de nuestro sector, de Word, Excel, Java o HTML5. De hecho, para un empleador, pudiera ser incluso más interesante un perfil con estos cursos certificados tecnológicos específicos del fabricante que un licenciado en Informática.

“Uno de los hándicaps es no contar con un campus universitario”

- Así nació Fuerteventura Summer Tech Camp. ¿Qué perfil tienen los inscritos?

- Con este campus, en el que se ofertan cuatro cursos con certificación tecnológica, queremos testar el interés real de los demandantes para organizar la oferta de enseñanzas, siempre pensando en que se ha abierto un nuevo mundo en este sector y que Europa va a necesitar en los próximos diez años a un millón de trabajado res tecnológicos. La primera convocatoria de dos cursos ya se ha realizado y ha obtenido muy buena respuesta, con más de 50 inscritos en cada uno. El perfil es preferentemente de personas menores de 40 años, aunque hay alumnos de todas las edades, desde 16 años a mayores de 65.

-¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de la Isla en el sector empresarial tecnológico?

- Es evidente que hay una brecha digital y está el hándicap de no contar con campus universitario. Personalmente, apostaría por descentralizar en parte la educación universitaria en Canarias y contar con masters o grados específicos en todas la islas. Un CEO de una gran empresa nos aconsejó buscar la ventaja competitiva propia de Fuerteventura, además del buen clima o las ventajas fiscales de Canarias, que también están disponibles en otros lugares del mundo. Insistió en ello como la clave. Y en eso estamos. Tirando de una mezcla de elementos para ofrecer un polo de innovación interesante. En el Parque ya contamos con varias empresas, algunas internacionales, y en estos momentos tenemos ocupado el 55% del espacio. Con dos nuevas incorporaciones en marcha, ese espacio se reducirá al 20%, si bien hay parcelas fuera del edificio que posibilitan ampliar la oferta. Disponemos de un vivero muy flexible, con varias categorías de ayuda a las empresas que empiezan en el nido, incubadora o la postincubadora, una vez se han consolidado.