Enfermeras, pediatras, trabajadores sociales, profesores y técnicos han creado el grupo ‘No te pares, muévete’ para promocionar hábitos de vida saludables entre la población menuda. Han comenzado el curso escolar con una campaña y un estudio para combatir la obesidad infantil desde los colegios y centros de Salud, en colaboración con las instituciones, los hogares, y con el deseo de que se extienda a las bibliotecas, centros culturales y espacios de trabajo.

“Un 70 por ciento de niños con exceso de peso pueden convertirse en adultos obesos. Por ello queremos fomentar desde los colegios la importancia de llevar una dieta saludable y que practiquen deporte a diario”, explica la pediatra Gladis Rodríguez.

“Le llaman la epidemia del siglo XXI”, añade la doctora, y radica en la gran cantidad de azúcar que incluyen los alimentos envasados que los niños toman habitualmente como batidos, yogures, zumos, refrescos o cola cao. El abordaje del informe Aladino de 2013/14 “es desalentador” al concluir que el 40 por ciento de los menores tienen obesidad, desvela la pediatra del Centro de Salud de Puerto del Rosario.

“De modo que debemos trabajar la prevención padres, maestros, técnicos y médicos para enseñarles a diferenciar los alimentos sanos y conseguir que cambien sus hábitos alimenticios”. Esta iniciativa se desarrollará en Fuerteventura dentro del programa Escuelas Promotoras de Salud que funciona en los colegios desde hace años.

“Carecemos de datos estadísticos en Fuerteventura pero estamos en índices similares al resto del país. Para saber un poco más en este curso vamos a realizar un muestreo en todos los municipios majoreros para analizar la situación de este sector de la población y conocer más detalles sobre este fenómeno en nuestra Isla”, detalla Rodríguez.

“La idea es que los colegios trabajen esta problemática, y hemos elaborado un panel con imágenes muy interesante porque al lado de un refresco, zumo o batido ponemos una bolsa con los terrones de azúcar que lleva cada producto. Escolares, maestros, profesionales y padres se sorprenden al conocer esta información, que aparece en las etiquetas de los productos pero nunca leemos, mientras que este panel se detalla de forma gráfica”, analiza la pediatra.

A su vez, el sedentarismo aumenta en la actualidad como consecuencia de las horas que pasan los menores delante de las pantallas de ordenador, tablet, televisión o videoconsolas.

Hace varias décadas, los fines de semana y tardes después del colegio se pasaba más tiempo en canchas deportivas y juegos al aire libre con una gran actividad física, explican los padres. Sin embargo en la actualidad, reconocen que por la carga de trabajo, los niños pasan mucho tiempo libre dentro de casa o “participan en actividades deportivas pero ocupan más horas a la semana sentados en clases de apoyo, idiomas, música o informática”, revelan los tutores.

El informe Aladino concluye también que la obesidad infantil afecta más a las clases sociales con bajo nivel de renta, por ello corresponde a las autoridades crear y difundir campañas de salud encaminadas a modificar la dieta de los menores y dar más información a las familias, apuntan los expertos.

El grupo de expertos ‘No te pares, muévete’ desarrolla una campaña para fomentar hábitos de vida más saludables entre los menores y limitar el consumo de productos azucarados o las horas que pasan delante de las pantallas

Desde la Red de Escuelas Promotoras de Salud de Fuerteventura se han organizado en los últimos años en los centros escolares desayunos saludables con leche y gofio, como alimento básico y natural en la dieta de los canarios que se ha sustituido por los cereales envasados y galletas, ricos en grasas y azúcares.

También se han puesto en marcha campañas educativas con la pirámide de los alimentos e higiene “pero tal vez ha faltado un mayor compromiso de las familias y mantener esta dieta sana en la adolescencia”, resumen los expertos.

En próximas campañas se considera vital implicar a toda la sociedad y volver a la comida de cuchara, potajes, sopas, cremas (en la actualidad se ingieren más carnes y fritos) con el fin de aumentar el consumo de verduras frescas y frutas de temporada.

Estas campañas incluyen juegos para mejorar la higiene bucodental, postural y las relaciones sociales entre los niños y jóvenes, y se trabaja el lenguaje no sexista, discriminatorio o racista. Los profesionales esperan que las campañas de prevención den resultados y se consiga una sociedad más sana y mejor informada a corto plazo.