La hormiga enemiga
El nombre común de las hormigas exóticas que invaden Fuerteventura podría formar parte de un cuento de Gabriel García Márquez: la loca, la furtiva, la fantasma, la de pavimento, la argentina, pero sobre todo destaca la leona, procedente de áreas tropicales y carnívora. Como en Cien años de soledad, en la que el último de la saga de los Buendía acaba siendo devorado por las hormigas.
La detección de nueve de estos insectos en la Maxorata es el resultado de un estudio, encargado por el Gobierno de Canarias, a dos investigadores de la Universidad de La Laguna, David Hernández Teixidor y Toni Pérez Delgado. Los científicos chequearon la geografía de Fuerteventura, el sur, el centro y el norte, y comprobaron que en varias urbanizaciones y jardines de los hoteles se ha asentado la hormiga leona. Se trata de la Pheidole Megacephala, que es carnívora y funciona como un ejército: entre ellas no se atacan, pero devoran a otros hormigueros nativos e insectos de todo tipo. Proceden de África ecuatorial y Madagascar. Seguramente han entrado en Fuerteventura por alguna mercancía, pero gracias a que necesitan mucha humedad parte de la Isla se salva de que se conviertan en una plaga.
El catedrático de Zoología de la Universidad de La Laguna (ULL) Pedro Oromí ilustró sobre invertebrados terrestres dentro de las especies invasoras de Canarias en un Café del programa Navidades Científicas de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI). Oromí advierte que cada año se detectan más de 10 especies de invertebrados que han entrado en Canarias por falta de control en las aduanas. El investigador cita el caso del mosquito Aedes aegypti que puede transmitir el dengue y la fiebre amarilla, que acaba de aparecer en Fuerteventura, y subraya la situación de otras 18 especies introducidas en la Isla, de 171 especies nuevas existentes.
Cada año se detectan más de 10 especies invasoras de invertebrados en las Islas
“Los daños a nuestra biodiversidad y naturaleza que están generando estas especies introducidas es enorme”, alerta Oromí. “Algunas veces estas entradas son intencionadas, por ejemplo en el caso del cangrejo rojo americano, que se vende vivo en algunos comercios para comer y ciertas personas lo han criado en su casa y después soltado en arroyos de Gran Canaria y de Tenerife”, explica el catedrático. En cambio, otras veces las entradas “son accidentales” y las especies “vienen en mercancías o en los mismos aviones, como el caso de las hormigas o el citado mosquito que ha podido introducirse en la cabina de un avión”.
Estas entradas de especies invasores son un problema serio. A veces por convertirse en plagas agrícolas, como es la araña roja, otras por particularidades sanitarias, como el citado mosquito, y también cuestiones naturales, al generar un auténtico desastre para las especies autóctonas y suponer una pérdida de biodiversidad total para las islas. Por ello, Oromí reivindica que se haga un control detallado en las aduanas, como se hace en Australia y Nueva Zelanda.
Reinas fértiles
En el Catálogo español de especies exóticas invasoras solo estaban tres hormigas hasta el momento en Fuerteventura, pero después del trabajo de los investigadores hay que sumar otras diez. Estos insectos son de pequeño tamaño y poligínicas (en griego, muchos y mujer). Es decir, que en los hormigueros existe más de una reina fértil por lo que éstos terminan siendo enormes. Eso, señala Oromí, les da una ventaja muy grande y por esta razón se han convertido en invasoras, desplazando a las nueve especies de hormigas endémicas que existen en la Isla y también a otros insectos nativos.
En el ranking de agresividad de las nuevas hormigas invasoras, la leona, también conocida como cabezona, se lleva la palma, porque es carnívora y mantiene el aguijón. “La única ventaja que tenemos”, según comenta el catedrático, “es que necesitan mucha humedad y por lo tanto no pasarán a la naturaleza de Fuerteventura”. Las clasifican como urbanas, puntualiza.
Para elaborar el estudio, Toni Pérez y David Hernández instalaron unas trampas con un sistema que atrae a las hormigas por varios puntos de Fuerteventura y se muestrearon otras zonas con unos tubitos aspiradores, creando un mapa donde se encuentran áreas en las que existen hasta cinco de estas hormigas invasoras.
Para Oromí, Jandía es una joya mundial de biodiversidad con un número de especies endémicas espectacular y por ello debería hacerse un control estricto para cuidar que no entren otras variedades invasoras. El profesor también alerta sobre uno de los insectos que mantiene en jaque a la palmera canaria, símbolo del archipiélago: el picudo rojo, que gracias a la ciencia se ha logrado atajar en varias zonas.
Pero por desgracia, otro escarabajo más pequeño, el picudín o picudo de las cuatro manchas, procedente de Asia, se ha expandido por todas las islas menos El Hierro y no se consigue combatir. “En el freno a las especies invasoras está nuestra biodiversidad, nuestra identidad. Si no ponemos control en nuestras aduanas como han hecho en Australia, en veinte años nuestros ecosistemas serán un auténtico desastre”, concluye Oromí.
Comentarios
1 Quino Miguélez Jue, 25/01/2018 - 07:59
2 FJBarbadillo Jue, 25/01/2018 - 21:29
3 Monica Padron Mar, 26/06/2018 - 19:26
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