El ente público Puertos Canarios, que depende de la comunidad autónoma, tiene en fase de estudio el abrigo y ampliación del muelle de Gran Tarajal, pero este jueves su director, Manuel Ortega, evitó dar detalles sobre la inversión necesaria ni plazos para su ejecución. “No me atrevo a dar fechas”, dijo.

El Ayuntamiento de Tuineje sentó este jueves al Gobierno central, al Gobierno de Canarias y al Cabildo de Fuerteventura para abordar la situación del puerto de Gran Tarajal y esbozar medidas para su revitalización y que vuelva a convertirse en el “motor económico” del municipio, como destacó el alcalde, Sergio Lloret.

El alcalde señala al puerto como una de las herramientas para el impulso económico del municipio y recordó su relevancia el siglo pasado como puerta para la exportación. “Tuineje pide auxilio para salir de una situación de estancamiento y estamos convencidos de que el puerto tiene que ser fundamental”, recalcó Lloret.

De momento, tras del “desastre” que provocó el hundimiento de las gabarras por el temporal que azotó a la Isla a finales de febrero, todavía se está a la espera de que concluyan las tareas de retirada de los barcos hundidos y descontaminación del muelle, que se prevé que estén finalizados en el mes de junio.

El alcalde reclamó a las instituciones que se tramite de forma inmediata la ampliación del puerto de Gran Tarajal, con abrigo para los temporales del sur. También que se promocione el turismo de cruceros, al estar “convencido” de que Gran Tarajal puede ser “un puerto de referencia en las escalas”.

Lloret también reclamó que se levante la protección que tienen las aguas próximas al muelle, incluidas en un Lugar de Interés Comunitario (LIC), para “agilizar” las inversiones. Por último, pidió que en el futuro pueda tener la categoría de puerto Schengen, es decir, que puedan llegar buques procedentes de fuera de la Unión Europea de manera directa.

La delegada del Gobierno, Mercedes Roldós, insistió en que esa consideración de “frontera exterior” no era necesaria para el desarrollo del turismo de cruceros y destacó que ningún puerto de competencia autonómica tenía esa categoría.

A corto plazo, se acometerán mejoras en el interior de la dársena, que los representantes del Gobierno de Canarias cifraron en una inversión de 1,5 millones de euros, “para que el puerto no solo esté en las mismas condiciones sino que mejore sustancialmente”.

En cuanto a la ampliación, la viceconsejera de Medio Ambiente, Blanca Pérez, recalcó que se definirá “el modelo del puerto” con las instituciones y los usuarios del muelle con la finalidad de que prime “el criterio de seguridad y que incidentes como los sucedidos no vuelvan a ocurrir”.

Roldós defiende a Capitanía Marítima

Con respecto al hundimiento de las gabarras como consecuencia del temporal, la delegada del Gobierno en Canarias, Mercedes Roldós, aseguró que el desastre “no fue a más” gracias a Capitanía Marítima, que rechazó fondear las embarcaciones fuera del muelle.

Roldós elogió al capitán marítimo, Pedro Mederos, de quien dijo que tomó la decisión adecuada y que sacar las gabarras del muelle con “alerta máxima por temporal hubiera ocasionado un daño mayor a la Isla”.

Por su parte, el director de Puertos Canarios afirmó que los 18 puertos que dependen de la comunidad autónoma tienen un plan interior marítimo, de carácter colectivo, y que el muelle de Gran Tarajal cuenta con un plan de autoprotección aprobado en 2016.

Con respecto a los medios para afrontar un episodio de contaminación como el sufrido, Ortega afirmó que “el puerto de Gran Tarajal no es el puerto de Las Palmas” y, “por tanto”, dijo, “los recursos están en la medida del tráfico que tiene”. Añadió que con el hundimiento se aplicó “el nivel cuatro de emergencia” y que se contó con los recursos “adecuados”.