El Gobierno de Canarias no está tramitando la eliminación del condicionante incluido en la Declaración de impacto ambiental de la carretera Caldereta-Corralejo que permitiría dejar abierta la carretera de las dunas.

En una respuesta al diputado socialista Iñaki Lavandera, el Gobierno reconoce que en el expediente no consta solicitud de revisión ni modificación de los condicionantes establecidos en la Declaración de impacto ambiental. El condicionante principal para abrir la nueva carretera consiste en que antes de su recepción, se cierre al tráfico la carretera de las dunas por la afección a la hubara.

El diputado había preguntado si ya se ha revisado ese condicionante y se han hecho estudios, indicaciones o solicitudes de información para evitar el cierre de ese tramo. El Gobierno contesta que no se ha tramitado nada y recuerda que para evitar la eliminación de carretera de las dunas hay que modificar ese condicionante.

La tarea de eliminar la carretera sería una competencia de la Consejería de obras públicas del Gobierno, que ejecuta la nueva vía, que insiste en que para recepcionar la nueva carretera habría que cumplir con todos los condicionantes. Hay que recordar que el Cabildo decidió en pleno el pasado mes de septiembre instar al Gobierno a que no se cerrase la carretera de las dunas.

Críticas de Lavandera

El diputado socialista Iñaki Lavandera ha criticado que la Consejería de Obras Públicas del Gobierno no haya puesto en marcha ya el proyecto para enlazar la nueva autovía entre Caldereta y Corralejo con el núcleo de Parque Holandés. El cierre de la carretera de las Dunas provocaría, según las estimaciones que maneja el parlamentario, un coste añadido de unos 500 euros por vecino al año para llevar a cabo sus desplazamientos. Ese gasto, recalca Lavandera, "justifica de sobra la ejecución del enlace de Parque Holandés con la autovía", lo que también evitaría el "aislamiento" de la localidad.

Por otra parte, el diputado del PSOE señala que se tiene que "garantizar el acceso" a las Dunas de Corralejo, tanto a usuarios de las playas como a practicantes de deportes náuticos. Lavandera no entra a valorar si se debe dejar la actual carretera abierta al tráfico, se acondiciona una vía con otras características o se implantan otras fórmulas de transporte. "Lo que no tiene sentido es decirle a alguien que quiera practicar surf que tiene que caminar tres kilómetros cargando con la tabla", concluye.