El tribunal se declaró competente este jueves y ha abierto diligencias previas
La querella de la sargento del Seprona de Lanzarote por "acoso" la investigará el Tribunal Militar Central
El tribunal se declaró competente este jueves y ha abierto diligencias previas
La querella interpuesta por la sargento del Seprona de Lanzarote, Gloria Moreno, contra un coronel, un capitán y un agente de la Guardia Civil, que había admitido a trámite un Juzgado militar territorial, la investigará finalmente el Tribunal Militar Central número 2, que en un auto fechado este jueves 10 de octubre, declara que es competente para esta investigación y decide abrir diligencias previas.
El Tribunal Militar Central asume la causa porque uno de los querellados, el coronel Ricardo Arranz, recientemente jubilado, tiene un rango mayor al de comandante y ese aforamiento le permite que sea este tribunal y no uno territorial quien tenga que llevar adelante la investigación.
La querella se presentó contra el coronel Ricardo Arranz, el capitán Germán García (responsable del Seprona en la provincia de Las Palmas) y el agente Miguel Ángel Padial, por la posible comisión de un delito de abuso de atribuciones en su modalidad de acoso profesional o laboral.
El Juzgado remitió las actuaciones al Fiscal Jurídico Militar, que solicita que se abran estas diligencias “sin perjuicio de la calificación que puedan merecer los hechos” y pide que se llame a declarar a la denunciante.
En la querella, la sargento considera que los querellados distorsionaron, a sabiendas, el principio de legalidad para infligir sobre ella un “maltrato, hostigamiento y persecución carente de justificación”. Describe que el coronel y el capitán fabricaban, impulsaban o promovían intencionadamente expedientes contra ella, “a través de una persecución inquisitorial y arbitraria, con tal de intentar encajar sus conductas en los diferentes tipos infractores, dando igual quienes fueran los verdaderos responsables”.
Señala que esa estrategia se revela en el hecho de que se le han abierto, en un plazo de dos años, ocho expedientes disciplinarios, cuando con anterioridad no había sido objeto de ninguno. Las dos sanciones que llegaron hasta los tribunales han sido anuladas.
Del resto, una finalizó sin declaración de responsabilidad por falta de tipicidad y otras por caducidad, lo que considera que es un “signo evidente de la inconsistencia y falta de fundamento de los expedientes aperturados o reaperturados contra la sargento”.
"Estrategia de acoso"
En la querella se habla de hostigamiento continuado y persistente También se pone de manifiesto que los mandos distorsionaron, a sabiendas, el uso del procedimiento sancionador a través del sistema de la caducidad o archivo y su reapertura.
“La estrategia de acoso se evidencia en que para someter a la sargento Moreno había que mantenerla en permanente estado de inquietud, estrés o alerta, instaurando como una de las prácticas del acoso incoar expediente contra ella, dejarlo caducar y posteriormente reaperturarlo o iniciarlo, archivarlo y reaperturarlo”, se señala en la querella.
“El plan era no dejar a la víctima recuperarse y mantenerla sometida a constante presión, dejándola con cada notificación en una situación de vulnerabilidad”, se añade en la querella.
Caza furtiva de pardelas
También se pone de manifiesto la operación en Alegranza contra la caza furtiva de pardelas para hablar de la estrategia de hostilidad contra la sargento. En este sentido, dice el texto de la querella que resulta incomprensible que el capitán, máximo responsable del Seprona en Las Palmas e inmediato superior de la sargento, “mostrara abiertamente su contrariedad por la operación que desarrolló dicha suboficial en Alegranza en septiembre de 2015.
“Asimismo, es extraño que no tuviera reparo en expresar que no le constaba la existencia de un problema de caza ilegal de pardelas en dicho islote, a pesar de que era público y notorio”, señala, al tiempo que añade: “Tampoco es entendible que justificara la inexistencia de expediente alguno por dicha caza ilegal, por la dificultad de acceso al islote y la necesidad de medios aéreos o náuticos al ser capaz la recién llegada sargento de realizar con éxito una operación que finalizó con sentencia condenatoria, no obstante las supuestas dificultades alegadas por dicho capitán”.
"Excusa" para abrir expedientes
En cuanto al coronel, se destaca que no es casual que aprovechara las quejas de dos civiles ajenos a la institución, la del director del Consejo Insular de la Isla de La Graciosa y la del veterinario municipal de Arrecife, “como excusa para proceder a la incoación de dos expedientes disciplinarios, uno de ellos por falta muy grave, sin siquiera oír previamente a su subordinada, y más extrañeza causa aún que enviara una carta de disculpas al veterinario autor de la queja cuando todavía no se había abierto el quinto expediente”.
A esto hay que añadir que el veterinario pusiera una denuncia penal contra la sargento poco después de que se abriera ese quinto expediente por la supuesta filtración de una denuncia. Para la querellada, este hecho no parece casual y, además, el veterinario acabó retirando esa denuncia.
“Los superiores jerárquicos de la sargento con sus actos demostraron (supuestamente) que no deseaban que continuara investigando las muchas irregularidades de la perrera municipal de Arrecife, por razones que no se alcanzan a conocer. Esto lo demuestra además la orden del capitán para que cesara en la investigación”, indica la querella.
También parece intencionado que ambos, el coronel y el capitán, señala la querella, apuntaran a la responsabilidad exclusiva de la sargento Moreno en las quejas de las protectoras Sara y Huella a Huella “al menos hasta que se procedió a incoar expediente a los reales autores de los hechos”.
"Persecución"
“Incomprensiblemente -añade la querella- los querellados apuntaron hacia ella en reclamación de una responsabilidad por la que finalmente resultó absuelta, teniendo que soportar una persecución por unos hechos por los que resultaron condenados los que desde un principio parecían ser los autores de la infracción, otros dos guardias, a los que no se abrió expediente hasta nueve meses después de que se le incoara a la sargento que no tenía responsabilidad en los hechos”.
Además del capitán y el coronel, en la querella se señala que para esta estrategia es necesaria la cooperación del agente Padial en el delito de acoso, que considera una pieza fundamental en cinco de los expedientes.
Cuando la sargento estaba de baja, el citado agente fue el responsable de atender las denuncias de las asociaciones protectoras y por cuyos hechos fue atribuida inicialmente responsabilidad por los querellados a la sargento por la inacción de ese agente, entre otros motivos.
Es la segunda querella de la sargento Gloria Moreno, jefa del Seprona en Lanzarote, que se admite a trámite contra mandos o subordinados de la Guardia Civil. La primera fue en la jurisdicción ordinaria contra el coronel Ricardo Arranz, ya retirado, y el general Juan Sánchez Medina, por un supuesto delito de prevaricación administrativa.
Comentarios
1 Ciudadano Sáb, 12/10/2019 - 07:33
2 ana mari Sáb, 12/10/2019 - 11:26
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