El Cabildo cuenta ya con el diseño de los accesos en Tahíche, que costarían 2,6 millones de euros, para sentar las bases de un espacio educativo que hoy superaría la cifra de 850 alumnos
Renace el proyecto del campus universitario de Lanzarote
El Cabildo cuenta ya con el diseño de los accesos en Tahíche, que costarían 2,6 millones de euros, para sentar las bases de un espacio educativo que hoy superaría la cifra de 850 alumnos
Lanzarote tiene más de 850 estudiantes universitarios, sin contar con los que cursan sus carreras fuera de la Isla, entre los 207 del grado de Turismo, los 194 del grado de Enfermería y los 450 matriculados en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en el último curso. A ellos se suman los 1.871 de la Escuela Oficial de Idiomas.
A pesar de la demanda, la oferta de estudios se ha desarrollado en Lanzarote “sin la necesaria planificación”, carente de “una adecuada dotación de infraestructuras y equipamientos”, con “escasez de espacios” y una “precariedad” evidente de las diferentes instalaciones en las que se da clase.
Ese diagnóstico crítico no ha sido aireado por ningún colectivo de estudiantes, sino por el propio Gobierno de Canarias en el decreto que hace cuatro años modificó el Plan Insular para ordenar una pieza de suelo en Tahíche para el futuro campus.
La iniciativa, que había permanecido en el olvido en los últimos tiempos, se vuelve a retomar. La Consejería de Obras Públicas del Cabildo, dirigida por Jacobo Medina, ya tiene en su poder el proyecto de urbanización necesario para construir los accesos, que valora las obras a ejecutar en unos 2,6 millones de euros.
La intención es captar fondos para lo que vendría a ser la primera piedra simbólica del campus universitario. El proyecto no está recogido en el presupuesto de la comunidad autónoma, pero todavía caben enmiendas, y hay vías alternativas como el dinero previsto en Fdcan o los recursos propios del Cabildo, titular del suelo.
La reivindicación de que Lanzarote cuente con un campus en condiciones no es nueva. Tampoco la discusión sobre dónde ubicarlo. En junio de 2004, el entonces rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Manuel Lobo, firmaba un convenio mediante el que el Ayuntamiento de Arrecife se comprometía a ceder una parcela de 52.000 metros en el barrio de San Francisco Javier.
El acuerdo tenía trampa: era necesaria la recalificación de la bolsa de suelo y la revisión del Plan General, que, 15 años después, no ha salido adelante. Otra posibilidad que se barajó, sin llegar a concretarse, fue la de los Cuarteles, bajo el control del Ministerio de Defensa.
En cambio, la opción de Tahíche, entre la Unidad de rehabilitación psicosocial y el centro penitenciario, tiene luz verde urbanística desde junio de 2015. Hace ya cuatro años, el Gobierno admitía la “insuficiencia de infraestructuras universitarias adecuadas” en Lanzarote y consideraba “imprescindible la implantación en la Isla de un nuevo campus”.
Ortofoto del proyecto de urbanización.
Así sería el campus
INSTALACIONES. Para el futuro campus se contemplaron 309.000 metros cuadrados de superficie en Tahíche, con una previsión de varios edificios para la ULPGC, la UNED, una biblioteca, un centro de extensión universitaria, la Escuela de Idiomas, residencia universitaria con comedor y, además, centro deportivo y de ocio.
URBANIZACIÓN. El proyecto de urbanización de la zona norte del campus, con las vías para dar acceso, se ha elaborado con cargo al Fondo de Desarrollo de Canarias e incluye una carretera de acceso de más de medio kilómetro y dos rotondas, con el objetivo de que en el futuro se conecten las calles Rafael Alberti, donde está la prisión, y Gustavo Adolfo Bécquer, en el área residencial de Tahíche.
TRÁMITES. A mediados de este pasado mes de octubre, el Cabildo se dirigió ya al Ayuntamiento de Teguise para que emita informe, en un plazo de 30 días, sobre “el parecer municipal” acerca de la urbanización de la zona norte del campus universitario, de cara a “legitimar su ejecución”, así como “la puesta a disposición” de los “terrenos necesarios para la ejecución de dichas obras”.
Hace una década, el actual vicepresidente del Cabildo, Jacobo Medina, acababa de fundar la Asociación de estudiantes universitarios conejeros (Aeuco) y ya entre sus reivindicaciones se encontraba el campus. “Sigue siendo una necesidad para el desarrollo de la Isla a través de la educación”, señala Medina, que apuesta por su impulso este mandato.
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