La Demarcación de Costas de Canarias ha sacado a información pública la solicitud de Red Eléctrica de España (REE) para ocupar el dominio público marítimo terrestre con el nuevo cable submarino de 132 kilovoltios entre Lanzarote y Fuerteventura.

En concreto, la nueva conexión, que duplicaría la capacidad de la actual, contaría con un trazo de 17 kilómetros de longitud, de los cuales 14,5 kilómetros se corresponden con el tramo submarino, mientras que en Lanzarote habría otros 1,8 kilómetros en tierra y en Fuerteventura 645 metros.

Red Eléctrica señala en la documentación del proyecto que la instalación está incluida en la planificación energética aprobada por el Consejo de Ministros del Gobierno central en octubre de 2015 para ejecutar antes de que finalice el año 2020.

No obstante, según el propio programa de ejecución de las obras de Red Eléctrica, los trabajos llevan retraso: la obra civil debería haber comenzado en julio pasado, para en marzo próximo comenzar con el tendido de los cables subterráneos. Las faenas se prolongarían durante prácticamente un año.

El presupuesto que maneja Red Eléctrica para ejecutar el nuevo cable eléctrico, que duplicaría la capacidad, asciende a 12,3 millones de euros. Los mayores gastos (5,5 millones) serían los materiales, así como la instalación del tendido (4,4 millones).

El proyecto del nuevo cable submarino permitirá, según justificó el Gobierno de Canarias el pasado mes de abril, cuando le dio su visto bueno, “aumentar la capacidad de transporte de la red eléctrica, lo que resulta fundamental para garantizar la evacuación de la nueva energía renovable que se genere en ambas Islas”.

Además, según indicó la comunidad autónoma, su implantación “contribuye a mejorar la fiabilidad del sistema eléctrico, garantizando que, aun en el caso de que se produzca una avería en el actual cable submarino, ambas islas se mantendrán interconectadas”.

Polémica con Red Eléctrica

Más allá del nuevo cable submarino, la intención de Red Eléctrica de instalar un nuevo tendido eléctrico de 132 kilovoltios, el doble del actual, colocando para ello 53 nuevas torretas en Lanzarote y 326 en Fuerteventura, ha chocado con oposición institucional y social por razones medioambientales.

En Fuerteventura fue el Cabildo el que impugnó el proyecto, logrando la paralización del tramo entre Puerto del Rosario y Gran Tarajal, por las afecciones ambientales. El Tribunal Supremo rechazó el pasado mes de junio el recurso interpuesto por Red Eléctrica.

En Lanzarote ha sido el Ayuntamiento de Yaiza el que se ha dirigido a los tribunales para impugnar el tramo de Mácher a Playa Blanca, con medio centenar de torretas, algunas de las cuales se pretenden instalar en suelo de reserva paisajística, introduciéndose en el interior del Monumento Natural de Los Ajaches. Se ha reclamado, sin éxito, que Red Eléctrica proceda al soterramiento de la nueva línea de alta tensión.