En los colegios e institutos de Canarias hay 77 aulas modulares. O lo que es lo mismo: 77 barracones. De ellos, la mayoría se encuentra en la isla de Lanzarote, donde se han instalado 48 durante los últimos años. En Fuerteventura hay 12, en Tenerife 11, y en Gran Canaria seis.

La planificación de infraestructuras educativas en Canarias, por tanto, ha sido desigual. De los 48 barracones que hay en la Isla, solo cuatro son en propiedad, pertenecen a la Consejería de Educación. El resto está en régimen de alquiler y algunos desde el año 2008.

En los últimos años, el coste cada año del alquiler solo en Lanzarote es de más de 670.000 euros, algo más de 56.000 euros al mes. La mayor parte del coste se destina a varias empresas que tienen el mismo administrador, como Azopardo Arquitectura Efímera o Proyectos y actividades de desarrollo de obras, con casi 37.000 euros al mes en alquiler; Dragados con casi 18.000 euros y otras dos empresas como Algeco y Pirenaica, con mucho menor coste.

Las aulas modulares son de diferente tipo, categoría y precio, aunque el alquiler oscila entre 900 y 1.200 euros, en función de si albergan un aula o dos, si tienen baño o no, o si cuentan con almacén.

Con este coste en alquileres, la Consejería podía haber ampliado un colegio como el de Los Geranios con el presupuesto de un año y cuatro meses, ya que el que proyecto llegó al millón de euros, o podía haber construido un centro tan moderno como el que ha construido en Arrecife, el nuevo colegio de La Destila, con el presupuesto de cuatro años, ya que costó tres millones de euros. 

Algunas de estas aulas están instaladas desde el año 2008, por lo que el alquiler de esos barracones ha costado a las arcas públicas más de 100.000 euros. Fuentes del sector señalan que su precio puede oscilar entre los 15.000 y los 30.000 euros, aproximadamente, por lo que se podían haber amortizado en un plazo medio de unos dos años si se hubieran adquirido en propiedad.

La Consejería solo cuenta con cuatro barracones propios en Lanzarote y ha seguido incorporando aulas modulares en los últimos cursos, tanto en el 2017-2018 como en este mismo año, cuando se ha instalado un barracón en la Escuela Oficial de Idiomas.

Por centros, en el colegio de Costa Teguise hay diez barracones, mientras que en el IES de la misma localidad hay uno, y otro en el CEIP César Manrique. En el municipio de Yaiza, hay cuatro  barracones en el CEIP Playa Blanca, dos en el instituto de Yaiza, otros dos en el colegio de Yaiza y uno en el de Uga.

En Arrecife hay cuatro en Los Geranios y uno en la Escuela Oficial de Idiomas, dos en el CEO Argana, otros dos en el IES Altavista y uno en el Benito Méndez Tarajano. En San Bartolomé, hay dos en el instituto y uno más en el de Playa Honda, además de dos más en el colegio El Quintero.

En Haría, hay dos en el instituto y en Tinajo hay un barracón en el colegio Guiguan y uno en el colegio Virgen de los Volcanes, según los datos de la Consejería, además de los que quedan junto al Centro Cívico, donde estuvieron los alumnos del colegio La Destila, en Arrecife.

Según fuentes de la Consejería, en julio se sustituyeron doce aulas, entre ellas las de La Destila y otras en el IES Yaiza. Estas mismas fuentes destacan que las próximas inauguraciones de centros escolares permitirán retirar varias aulas más, cuando se abra el instituto de Haría y el CEO Playa Blanca, que permitiría eliminar hasta diez barracones. Esa es la previsión para el próximo curso.

El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, abrió el presente curso escolar en Argana Alta. En ese acto, la consejera de Educación, María José Guerra, reconocía que para su departamento era un “escándalo” que en Canarias hubiera esa cantidad de barracones y que el gran objetivo de su Consejería es el de la retirada paulatina de estos barracones que suponen un “parcheo sistemático”.

Por otra parte, no ha sido hasta este mismo curso cuando la Consejería de Educación ha exigido a las empresas a las que alquila los barracones que lleven a cabo el mantenimiento de estas aulas que, hasta ahora, según fuentes de la Consejería, no se estaba llevando a cabo, a pesar de que era una exigencia del contrato.

Los barracones presentaban deficiencias en el techo, goteras, persianas o pintura. Las empresas ya han comenzado a llevar a cabo estos trabajos.