"Nunca me ha planteado dejar mi profesión". Así de rotunda se ha manifestado la sargento jefe del Seprona de la Guardia Civil en Lanzarote, Gloria Moreno, tras haber quedado absuelta por la Audiencia Provincial después de que la Fiscalía la acusara de falsedad y le pidiese cuatro años de cárcel por poner en conocimiento de sus superiores información acerca de supuestos chivatazos dentro del Instituto Armado a cazadores furtivos.

La Fiscalía pidió para Moreno una condena de cuatro años de prisión y el agente Miguel Ángel Padial, señalado por esas informaciones acerca de presuntas filtraciones de operativos de la Guardia Civil a furtivos solicitaba para la sargento una pena de seis años de cárcel. Ambas acusaciones han sido rechazadas de plano por la Audiencia Provincial en su absolución a Moreno.

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La sargento ha recibido la sentencia "con alegría" pero sigue sin explicarse cómo se aceptaron a trámite las acciones penales en su contra. Moreno afirmó este martes que tampoco entiende por qué no se investigó en profundidad el informe que elevó tras haber recibido la información de los presuntos chivatazos por parte de un biólogo, Jesús Moreno, que trabajaba en Alegranza.

Moreno puso el acento este martes en una entrevista en Cadena Ser en que no se entiende que la investigación sobre los supuestos chivatazos, que correspondía a la Policía Judicial de Costa Teguise no fuese llevada a cabo por esa unidad ni por Asuntos Internos sino por la Policía Judicial de Tías.

No se investigaron los chivatazos

Moreno afirmó este martes, al igual que hiciera durante el juicio en su contra, que "no se hicieron las gestiones mínimas para investigar" la información suministrada, de carácter "gravísimo" al tratarse no solo de furtivos sino en algunos casos también de "narcotraficantes".

"No se realizó una investigación en profundidad" en la Policía Judicial de Tías, insistió Moreno, quien detalló que el asunto pasó a manos del juez Rafael Lis, antiguo titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Arrecife, sancionado por el Consejo General del Poder Judicial, "muy conocido en Lanzarote". Lis "tampoco realiza ninguna gestión para el esclarecimiento de los hechos" y "archivó" el caso.

"Es muy importante saber que llevaba avisando de esas irregularidades" a través de informaciones que le llegaban, insistió Moreno, quien recordó que desde enero del año 2015 empezó a avisar al actual capitán del Seprona en la provincia de Las Palmas, Germán García. "Nunca le dio importancia ni lo investigó", recalcó.

La sargento del Seprona de Lanzarote también señaló este martes que le llamó la atención que la Fiscalía pidiese para ella cuatro años de cárcel al acusarla de falsedad en documento oficial por su informe acerca de la información sobre los supuestos chivatazos. "Me sorprendió hasta saber quién era [la fiscal Ramona Muñoz] y conocer los vínculos familiares que tiene", añadió Moreno.

Además, avanzó que tiene previsto exigir responsabilidades a "todos" los que "omitieron" su obligación de "perseguir" los presuntos delitos de los que informó sobre filtraciones dentro de la Guardia Civil, a "quienes no instruyeron y a los que lo hicieron sin tener que haberlo hecho".

Alegranza

Moreno también hizo mención a la grabación al propietario de Alegranza, Enrique Jordán, que reconocía su relación de amistad con los empresarios Fernando y Juan Carlos González Berriel, condenados este año por el operativo contra la caza ilegal de pardelas liderado por la sargento del Seprona en 2015. Dos años antes se frustró un operativo de la Guardia Civil, sobre el que existen sospechas de que los furtivos tuvieron conocimiento antes de que se realizara.

En la grabación, Jordán dice que esa relación se rompió porque se negó a seguir con la caza furtiva y que cuando tenían amistad y González Berriel estaba en su casa de Alegranza le llamó el agente Padial. “Yo sé que Miguel Ángel Padial es un chivato de esta historia mil por mil desde que vino a Lanzarote”, se le escucha decir a Jordán en una grabación que ha sido tenida en cuenta por la Audiencia Provincial, que la cita en su sentencia.

"Deseando volver a trabajar"

Gloria Moreno afirmó este martes que está "deseando poder volver a trabajar" y que la persona que tiene que dejarle desempeñar su función "con libertad y medios", lo haga "lo antes posible". "Le he dado mi vida" a la Guardia Civil "y voy a seguir dándosela", recalcó Moreno.

La sargento se encuentra en la actualidad de baja tras sufrir un episodio de taquicardia muy fuerte, como consecuencia, entre otras razones, del estrés y "por causas sobrevenidas por el acoso" laboral que también ha denunciado.