Seis de cada diez desplazamientos en helicóptero medicalizado entre hospitales de Canarias tienen como origen las islas de Fuerteventura o Lanzarote. Sin embargo, ninguno de los dos helicópteros de estas características que hay en el Archipiélago tiene como base algún punto de las islas orientales.

Para intentar paliar o mejorar esta situación, el diputado socialista Iñaki Lavandera ha presentado una proposición no de ley ante el Parlamento de Canarias, que aún no se ha tramitado, en la que pide que se inste al Gobierno de Canarias a que realice los estudios y acciones oportunas para contratar un servicio de transporte sanitario aéreo mediante helicóptero de soporte vital avanzado con base en Fuerteventura.

Lavandera expone que la evacuación aérea permite mejorar el pronóstico vital a corto plazo y el funcional a largo plazo “por lo que es fundamental una correcta dotación y funcionamiento”.

Señala que los helicópteros medicalizados tienen la misma asistencia (médico, enfermero, piloto y copiloto) y el mismo equipamiento que las ambulancias de soporte vital avanzado y que además pueden incluir una incubadora para el transporte de neonatos.

En Canarias hay dos helicópteros de estas características, uno con base en el aeropuerto de Tenerife Sur y otro en el aeropuerto de Gran Canaria, así como unas treinta helisuperficies sobre las que pueden aterrizar en todas las islas.

Entre los años 2010 y 2017 el servicio era muy deficiente por el tipo de helicópteros con que se contaba y que obligaba a limitar el peso e incluso no permitía el traslado de personas que midieran más de 1,80 metros, en algunos casos.

Fueron “siete años de sufrimiento de pacientes y profesionales” en los que se limitó el acceso a ese servicio fundamental “en no pocas ocasiones”, señala el estudio en el que se fundamenta la iniciativa parlamentaria de Lavandera.

En 2017 comenzaron a operar los nuevos helicópteros tras el concurso adjudicado por la empresa pública Gestión de servicios para la salud y seguridad en Canarias. El concurso costó más de 12 millones de euros y la hora de vuelo tiene un precio que sobrepasa los 762 euros.

Después del concurso, el parlamentario del PSOE por Fuerteventura considera que se debe seguir avanzando en mejorar la dotación de este servicio porque cada vez son más las evacuaciones, que son “inherentes a nuestra realidad insular” ya que las prestaciones médicas en las islas no capitalinas son insuficientes para ciertas patologías críticas. Algunas de ellas son, incluso, superiores a la media nacional, como es el caso de los accidentes cardiovasculares, los politraumatismos por accidentes de tráfico o los nacimientos prematuros.

“Los tiempos de respuesta para la supervivencia del paciente o para evitar secuelas son fundamentales”, destaca la iniciativa parlamentaria. Pone como ejemplo el ictus, en cuyo caso la rapidez es vital porque en las primeras tres o cuatro horas es básica la atención en un hospital para descomponer los coágulos y evitar los daños cerebrales.

Según un estudio sobre la mortalidad evitable en Canarias, las islas orientales presentan “sobremortalidad estadísticamente significativa”, lo que quiere decir que fallecen más personas en casos de gravedad y, especialmente, en los accidentes de tráfico.

La memoria de la empresa pública que adjudica el servicio de helicópteros medicalizados señala que ese año se activaron los helicópteros en 107 ocasiones para emergencias y en 906 para transportes entre hospitales, lo que supuso un 1,5 por ciento más que el año anterior.

Seis de cada diez transportes entre hospitales tuvieron su origen en los centros médicos de Fuerteventura y Lanzarote. No hay datos desglosados del transporte primario, que es el que ocurre desde el lugar donde se produce la urgencia hasta el centro hospitalario.

“A falta de un estudio más concreto, la mayoría de las evacuaciones son desde Fuerteventura y Lanzarote”, destaca Lavandera, que considera que hace falta un “esfuerzo añadido por parte del Servicio Canario de Salud en este tipo de prestaciones”.

Transporte ideal

La iniciativa parlamentaria resalta que el helicóptero es caro, pero tiene ventajas en cuanto a seguridad y ahorro de tiempo y en algunas situaciones de aislamiento puede ser el único medio utilizable. Es el medio ideal para desplazamientos entre los 150 y los 300 kilómetros.

Un estudio sobre la ‘mortalidad evitable’ en Canarias destaca que las islas orientales presentan “sobremortalidad estadísticamente significativa”

Las bases del concurso, por otra parte, no especifican la base operativa de los helicópteros, por lo que se considera viable su ubicación en otro lugar, junto a los hospitales o en su entorno más próximo. En cualquier caso, no se trata de sustituir una base, sino de añadir un helicóptero.

El diputado pone varios ejemplos de distancias, como la que hay entre Puerto del Rosario y Arrecife, de 61 kilómetros en línea recta, entre Puerto del Rosario y Jandía, de 75 kilómetros, entre Jandía y Caleta de Sebo, de 160 kilómetros entre Jandía y Arrecife, de 135 kilómetros.

“Dado que en principio –señala la iniciativa parlamentaria– está indicado el transporte aéreo de pacientes críticos, entre ellos los traumatizados graves, los neonatos y los pacientes cardiacos, sobre todo cuando se encuentran en áreas rurales distantes de un centro hospitalario de referencia y el tiempo de respuesta está influenciado por la distancia a recorrer, parece razonable que la ubicación de la base del nuevo helicóptero estuviese establecida en un punto intermedio que, a su vez, concentra en torno al 40 por ciento de las evacuaciones de Fuerteventura y Lanzarote hacia Gran Canaria y que no es otro que Puerto del Rosario”.

Puntualiza el diputado que la decisión se debe tomar con prudencia y utilizar un sistema de información geográfica para poder aplicar un modelo de localización o asignación óptima y cubrir así de la mejor manera las necesidades de evacuación en helicóptero sanitario de Fuerteventura y Lanzarote, así como tener en cuenta datos históricos de evacuaciones, su clasificación, origen y destino, distancias, tiempo de respuesta, infraestructuras existentes o necesarias.