Yaki Yen es jugador de fútbol en Qingdao y Laura Ledo profesora de español en Hong Kong
Dos majoreros residentes en China y Hong Kong relatan cómo convivir con la pandemia
Yaki Yen es jugador de fútbol en Qingdao y Laura Ledo profesora de español en Hong Kong
El equipo del majorero Yaki Yen, jugador de fútbol, ha vuelto a los entrenamientos aunque sin fecha para reanudar la competición. La también majorera Laura Ledo, profesora de español en Hong Kong, cuenta que el regreso de los extranjeros ha provocado un repunte de los contagios y un incremento de las restricciones mientras los colegios permanecen cerrados.
A Yaki Yen, jugador majorero de fútbol que compite en la Superliga china, el inicio de la pandemia le pilló en la ciudad china donde reside y juega, Qingdao. Dice haber pasado momentos difíciles tras comprobar la rápida propagación del coronavirus. La situación le superaba y temía por su familia, dado que su mujer e hija se encontraban en ese momento con él.
Sin embargo, ha podido ir escapando de los lugares donde comenzaba a expandirse el virus gracias a que primero se trasladó a Dubai, junto al resto de su equipo, a preparar la pretemporada y pudo llevar consigo a su familia. Más tarde, tras suspenderse la liga en China, optó por viajar a su isla natal, Fuerteventura, para finalmente regresar al país asiático tras estabilizarse la situación.
“Hemos podido huir del virus, primero de China yendo a Dubai, más tarde en España y ahora hemos regresado a China”, comenta en un mensaje de audio de WhatsApp enviado desde la ciudad china que le acoge, Quingdao, en la que permanecía en cuarentena con motivo de haber regresado de una zona expuesta al virus. También ha enviado un emotivo video para animar al mundo y lanzar un mensaje de esperanza en estos momentos en los que España ha visto cómo superaba en muertes a China.
Como profesional del deporte confía en regresar pronto a la competición, después de que su equipo se encuentre de nuevo entrenando, aunque continúan con la incertidumbre de cuándo volverá a reactivarse la liga en China. Se especula con principios de junio.
Hong Kong
También desde una zona próxima al origen de la pandemia, la majorera Laura Ledo, profesora de español en Hong Kong, comenta cómo se enfrentó a la situación: “Aquí todo empezó a finales de enero, cuando después del Año Nuevo Chino las autoridades de Hong Kong tomaron la decisión de cerrar todos los centros educativos. Los funcionarios tuvieron unas semanas de trabajo desde casa, al igual que muchas empresas privadas. Tras los primeros veinte días, aproximadamente, muchos trabajadores volvieron a sus puestos con jornadas reducidas y con medidas de seguridad, pero los colegios siguen cerrados hasta nuevo aviso”.
“Es impresionante ver cómo se controló tan bien la situación en una ciudad tan poblada como Hong Kong, con cerca de ocho millones de habitantes. La población está muy concienciada con las medidas de protección e higiene, en parte porque ya tenían la experiencia del SARS en 2003”, explica.
Laura destaca que “durante más de un mes, el número de contagios se mantuvo muy estable y crecía a uno o dos contagios por día, a veces ninguno, manteniendo el número total por debajo de 200”. “Sin embargo, desde hace dos semanas, con la llegada de residentes que estaban en el extranjero, el número de contagios ha despegado y ya tenemos unos 700, con lo cual el Gobierno está añadiendo medidas de seguridad y nuevas restricciones”, explicaba días atrás.
Aunque el virus empezó en China antes de Navidad, “parece que en Europa ningún país vio la situación como una amenaza hasta que ya era demasiado tarde”, comenta Laura, quien defiende, que en España, el Gobierno está haciendo lo que puede. “Es una situación muy extrema y, sinceramente, yo soy más de la opinión de apoyarnos los unos a los otros que de buscar los fallos continuamente para hacer política de una crisis tan seria”.
Señala que, ahora mismo, las medidas que se están tomando en España son incluso “más estrictas” que las de Hong Kong. “Aquí aún podemos salir a la calle, aunque no más de cuatro personas, y los horarios de muchos lugares están restringidos. A pesar de que podemos salir a la calle, yo me quedo en casa la mayoría de los días”, puntualiza.
Dice que estar lejos de casa en estos momentos le “causa bastante ansiedad”, sobre todo al comprobar cómo aumentan las cifras de afectados en España y cómo “la gente está tan desanimada”. Laura vive en lo que denomina un “mini-apartamento” y continúa con su trabajo de profesora de español, aunque con clases online. “Al principio fue un poco duro para los padres porque es mucho trabajo, pero ahora parece que ya lo hemos ido aceptando todos. Espero que mi colegio pueda sobrellevar la situación, porque la perspectiva de volver a las clases presenciales este año es, en mi opinión, inexistente”.
Este es el mensaje que Laura envía para superar estos difíciles momentos: “Para convivir con estos sentimientos de incertidumbre y ansiedad yo trato de aceptar la situación tal y como es. No tenemos ningún control sobre lo que está pasando, y nos está afectando a muchos niveles. Yo intento recordar que hay que vivir día a día, que en realidad, si me paro a pensarlo, ni siquiera antes del virus sabía con certeza qué iba a pasar al día siguiente. Ahora es lo mismo, pero quizá un poco más extremo o más real, porque el falso sentimiento de seguridad se ha desvanecido. Así que intento mantenerme positiva, no entrar en bucle sobre qué pasará mañana, porque es un pensamiento poco productivo y mantenerme ocupada en cosas que me dan alegría: leer, estudiar, trabajar, yoga, pintar... Al mismo tiempo, también es necesario aceptar los días en los que nos encontramos peor, porque es normal. Yo ya llevo en esta situación tan rara tres meses y hay días que se hace muy difícil, pero con cada nuevo día hay una oportunidad para volver a empezar. ¡Ánimo!”.
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