DIARIO DEL CORONAVIRUS (XXXII)

Aprobados

Saúl García 0 COMENTARIOS 16/04/2020 - 21:09

Al menos habrá chavales que recordarán con cariño el coronavirus. Pónganse en su lugar. Después de suspender seis o siete asignaturas en la primera evaluación y de hacer méritos para seguir en la misma línea en la segunda, van a acabar pasando de curso. Los de 4º de la ESO que tenían pensado dejar de estudiar tendrán todavía más suerte. Por lo menos tendrán el título, que ya es algo. Solo se me ocurre ese clásico del profesorado, tan rancio como cierto para muchas ocasiones: “Ya les suspenderá la vida”.

Habrá excepciones pero se supone que no serán muchas. Según dice la ministra de educación, Isabel Celaá, para que un estudiante repita curso “el equipo de docentes tendrá que presentar un argumentario detallado”.¿Y hasta ahora no era así”. También dice: “El alumno repetirá solo si eso le va a hacer mejorar”. Así que antes de esto repetían como castigo...

También sabemos quiénes no van a votar al PP o al PNV en las próximas elecciones: los alumnos que alcancen la mayoría de edad en Murcia, Madrid o País Vasco, que son las comunidades que no están de acuerdo con la medida de que todo el alumnado pase de curso. Es un debate antiguo este de si repetir sirve para algo o no sirve para nada. Como tantos debates sobre la educación, no se va a resolver fácilmente y tampoco debe ser la cuestión central. Si la educación pública, no de forma individual sino socialmente, debe servir para corregir en los hijos las desigualdades económicas y educativas de los padres, lo de repetir es lo de menos. Los problemas permanecen.

De hecho, tras la decisión de igualar a todos con al menos un aprobado se esconde la desigualdad de las familias para poder afrontar con garantías las clases desde casa, por falta de medios. Eso, y que la Administración y/o el profesorado tampoco están preparados para ello.

Con clases presenciales o sin ellas, sigue habiendo clases, pero hay noticias que reconfortan. Padres y madres de colegios concertados y privados denuncian las cuotas abusivas que les cobran durante la cuarentena. Sin tener en cuenta el ataque de solidaridad con el profesorado de sus hijos que no cobrarían si dejan de pagar las cuotas, ¿qué esperaban? La diferenciación siempre ha tenido un precio.

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