El árbitro internacional Alejandro Hernández Hernández espera que el fútbol en España, paralizado desde el pasado mes de marzo por la pandemia del coronavirus, pueda reanudarse para finalizar la actual temporada, aunque reconoce que tanto a los futbolistas como a los colegiados solo les queda "esperar".

El árbitro canario vive el confinamiento domiciliario en Madrid, desde donde ha explicado a Efe que no tiene tiempo "para el aburrimiento" pues constantemente realiza videoconferencias con el Comité Nacional, así como exámenes de reglas aprovechando las posibilidades que hoy en día ofrecen las nuevas tecnologías.

Además, dos veces a la semana la UEFA envía a los colegiados exámenes de vídeo mediante jugadas en las que deben emitir su opinión, y recientemente también han tenido que realizar un informe sobre un partido en concreto para valorar el arbitraje.

Hernández Hernández admite que el mayor problema del confinamiento es mantener la forma física para estar "preparados" cuando las autoridades decidan que se reanude el fútbol.

"Tengo una bicicleta estática que compré al inicio de esta crisis y realizo también entrenamientos funcionales con los que intento mantener la forma, o perderla lo menos posible", ha explicado.

El colegiado lanzaroteño confía en que una vez que se les permita volver a los entrenamientos, los árbitros -al igual que los futbolistas- realicen una pequeña pretemporada y estima que "con diez días" ya estarían "en condiciones físicas" de arbitrar un partido con garantías, si bien "no sería al cien por cien", admite.

"Parece que la intención, a priori, es que el fútbol se reanude, pero dependemos de lo que diga el Ministerio de Sanidad. Hay profesionales que analizarán cuándo es conveniente que salgamos de casa o que vuelvan las competiciones, y otros profesionales del fútbol que decidirán cuándo se empezaría a jugar", sostiene.

El árbitro canario no esconde que se trata de una "situación compleja", con "escenarios muy cambiantes", y que solo les queda "esperar" y "acatar" las decisiones que se tomen.

Antes de decretarse el estado de alarma en España por la pandemia del coronavirus, Hernández Hernández había sido designado como árbitro VAR -videoarbitraje- del partido Celta-Villarreal, de la jornada 28 de LaLiga Santander, que finalmente no llegó a jugarse.

El último encuentro que dirigió, como árbitro principal de campo, fue el Atlético de Madrid-Sevilla, el pasado 7 de marzo en el estadio Wanda Metropolitano, que finalizó con empate (2-2).

A sus 37 años, el árbitro isleño cumple su octava temporada consecutiva en Primera División, categoría en la que ha dirigido 147 partidos de Liga -entre ellos, cuatro clásicos entre Real Madrid y FC Barcelona-, además de 23 de Copa del Rey, una final de Supercopa, en 2016, y más de una treintena de encuentros como árbitro del VAR.

A nivel internacional, Hernández Hernández ha participado en 106 partidos en todos los roles, no solo como árbitro principal sino también como cuarto colegiado o encargado del videoarbitraje.