La casa de José Saramago en Lanzarote, A Casa, ha acogido este jueves un acto de recuerdo al Nobel en el décimo aniversario de su muerte, en el que el Cabildo ha dejado constancia de que la isla se siente "en deuda" con escritor, por "escogerla" y por "correr siempre el riesgo de implicarse".

El autor de "Ensayo sobre la ceguera" ha sido recordado en la biblioteca de su vivienda en Tías aproximadamente a misma hora a la que falleció a los 87 años, las 12.00, con un concierto de cello y timple a cargo de Carlos Rivero y José Vicente Pérez.

La presidenta del Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo, ha valorado lo que representan la Fundación Saramago y A Casa para la sociedad de la isla, que tiene un "recuerdo permanente" de la implicación del escritor durante los 17 años que residió en ella.

En este acto, complementario del que esta tarde tiene lugar en Lisboa, en la Fundación Saramago, Corujo ha aprovechado para reivindicar el discurso con el que Saramago aceptó el Nobel de Literatura de 1998, "que incluso ahora, cuando se cumplen diez años de su partida, siguen siendo palabras que ponen en movimiento el universo".

La presidenta del Cabildo de Lanzarote ha remarcado que, tras escoger la isla para vivir, en 1993, José Samago "no optó por la posición cómoda", sino que "decidió correr el riesgo de implicarse" y siempre puso su voz al servicio de la sociedad.

El alcalde de Tías, José Juan Cruz, ha coincidido en que Lanzarote y su municipio en particular "no habrían sido lo mismo sin la presencia amable de José Saramago". 

Al término de la ceremonia, se depositaron flores en la escultura de un olivo de acero situada junto a la casa del escritor, en cuya base se lee la frase que define sus sentimientos sobre la isla: "Lanzarote no es mi tierra, pero es tierra mía”.