El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres (PSOE), considera que un segundo confinamiento de meses como el que se impuso con el estado de alarma sería "dramático" para la economía insular, por la limitada capacidad de respuesta que tendrían las administraciones públicas.

"Por eso hay que ir generando economía", manteniendo un equilibrio entre las medidas sanitarias frente a la covid-19 y una reactivación que evite que sea "la pobreza la que acabe con nosotros", ha argumentado Torres durante un encuentro con periodistas para hacer balance de su primer año al frente del Gobierno.

No obstante, el presidente estima que lo peor de la crisis sanitaria ya ha quedado atrás, que la capacidad de respuesta de la sanidad pública ante los probables rebrotes es mucho mayor que en marzo y que las medidas preventivas son por el momento las adecuadas ante la situación epidemiológica de Canarias.

En función de esa situación epidemiológica en las islas, Torres ha defendido la decisión del Gobierno de Canarias de no extender la obligatoriedad en el uso de mascarillas como medida preventiva en todos los lugares públicos como han hecho otras comunidades, aunque si las circunstancias variaran se adoptarán esa y todas las medidas necesarias, ha añadido.

En su análisis sobre la situación de la comunidad, el presidente ha apuntado además que la oportunidad turística de Canarias pasa ahora por promover un nuevo valor junto a su clima, su naturaleza o sus servicios hoteleros: la seguridad sanitaria.

Un turista siempre preferirá viajar a un destino en el que la sanidad es pública y universal y lo atiende sin ninguna discriminación, reflexionó Torres, para quien la fortaleza sanitaria es "el gran éxito" de la respuesta de España a la pandemia.

Balance político

En su balance político, Torres habló sobre todo de que ha tenido que dedicarse a la "gestión de crisis", entre las que citó el incendio de las cumbres de Gran Canaria, la quiebra de Thomas Cook, los dos ceros energéticos en Tenerife y la pandemia, aunque orilló las crisis en el seno del ejecutivo, con cambios al frente de las consejerías de Sanidad y Educación durante el estado de alarma.

Aseguró no obstante que el pacto de gobierno, formado por PSOE, NC, UP y ASG, es estable y añadió que no son momentos para la inestabilidad política, como ha ocurrido con la moción de censura en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife o en la división en dos bloques del grupo de gobierno socialista de Arona.

Torres apeló a la "unidad de acción" entre las administraciones, las fuerzas políticas y los agentes sociales para un momento que definió como de "reconstrucción en medio de una guerra que no ha terminado".

"Estamos intentando sobreponernos en medio de la guerra, levantarnos sin que haya concluido", y por eso es importante el concurso de todos, dijo Torres, quien agradeció la disposición general para "arrimar el hombro", plasmada en la firma a finales de mayo del plan para la reactivación económica.

Aunque el PP y Ciudadanos no suscribieron el plan, debido, según cree Torres, a las instrucciones recibidas desde sus direcciones nacionales, el presidente señaló que el clima de debate y aportaciones en el Parlamento nada tiene que ver con "la disputa permanente" en otras cámaras legislativas.

Entre los logros de su Gobierno, Torres incidió en las buenas relaciones con el Estado, basadas en la negociación y no en el "grito".

Eso ha permitido "hitos" como que por primera vez se pueda usar el superávit autonómico, la previsible incorporación de 500 millones de euros no gastados al nuevo convenio de carreteras, la mención a Canarias en el decreto de extensión de los ERTE o el anuncio de un plan de inversiones turísticas.

En esa línea de seguir avanzando en el apoyo externo, el presidente hizo hincapié en la importancia de que se aprueben unos presupuestos del Estado que por primera vez incorporarían las previsiones del Estatuto de Autonomía y del REF, aprobados en 2018.

También consideró esencial que se alcance este mes un acuerdo sobre el fondo de reconstrucción europea, que beneficiaría especialmente a Canarias como región ultraperiférica, con una previsión de financiación de su plan turístico específico de 180 millones de euros.

Las buenas relaciones con el Estado, dijo Torres, no impiden mantener la firmeza en la defensa de los intereses de Canarias, y en esa línea insistió especialmente en que se incrementen los controles sanitarios en los aeropuertos.

Destacó que todas las RUP son unánimes en demandar a la Unión Europea que se realicen pruebas de PCR en origen en los vuelos europeos.

Torres no ofreció novedades sobre cómo será el comienzo del curso escolar, más allá de lo ya avanzado sobre que empezará en plazo y será presencial, con preferencia para los alumnos de infantil y primaria en caso de que fuera necesario limitar la presencialidad.

Tampoco hay novedades sobre las residencias de mayores, cuyos usuarios siguen confinados desde marzo y solo pueden ser visitados una hora a la semana por un familiar.

El presidente concluyó la presentación de su balance con el lema "hagamos de la crisis una oportunidad" y ahí profundizó en las oportunidades que, dentro de una situación muy complicada, se abren para Canarias si sabe gestionar adecuadamente la salida de la crisis como destino turístico sostenible y sanitariamente seguro.