CULTURA

“La capacidad que tiene hoy la idiotez para expandirse a través de los medios de comunicación es brutal”

Manuel Vicent, escritor

Foto: Adriel Perdomo.
Saúl García 0 COMENTARIOS 18/11/2019 - 05:37

Participó en los actos del centenario de César Manrique con una conferencia titulada ‘Travesía literaria’. Recibió a Diario de Lanzarote en el Hotel Meliá Salinas antes de la charla, en la que contó sus primeros recuerdos y sus inicios como lector y como escritor.

-Sus crónicas parlamentarias de la Transición han cumplido más de cuarenta años. ¿Quién ha envejecido mejor, la política o la crónica parlamentaria?

-Lo que es evidente es que con los líderes de hoy no se hubiera hecho la transición. Si los líderes de entonces se hubieran comportado igual que se comportan hoy estos, la Transición no hubiera sido posible. La Transición fue un pacto de gran generosidad o de equilibrio, fue una decisión de sacar la carreta de un charco y empujar todos hacia la misma dirección, hacia una nueva frontera de libertad. Para eso había que renunciar a muchos egos. Unos venían de la cárcel, de la guerra, del exilio, otros del franquismo, y confluyeron en un punto que hoy sería imposible.

-Pues en esta época también hay problemas, retos y amenazas suficientes. ¿No son conscientes los dirigentes actuales?

-No sé si es que lo pasado parece mejor, pero visto desde ahora, aquellos políticos como Carrillo, que venía de la clandestinidad, el mismo Adolfo Suárez, Fraga. El peso específico que tenían Felipe González, Pujol, Tarradellas. Mira la diferencia de Tarradellas con esta gente... Eran políticos admirados o vilipendiados, pero profesionalmente daban la talla. La sensación de muchos de estos, de la derecha sobre todo, pero también de la izquierda, es que no dan la talla. Antes dar la talla era la altura para hacer la mili, pero también es una estatura moral. Hay que pasar por encima del ego y buscar el bien común, ser profesional, porque la nueva política no tiene nada de romántica, sino de ser buenos profesionales.

-Y la otra parte que le preguntaba al principio, la prensa. ¿Está a la altura?

-Hoy es todo un gallinero. Los medios son tan potentes que la diferencia entre el pensamiento, la voz y lo que el micro puede expandir es brutal. Una idiotez va a Andrómeda en un segundo.

-¿Y un pensamiento profundo no?

-Cuanto más liviano, más vuela, como si fuera un problema físico. La capacidad que tiene hoy la idiotez para expandirse a través de los medios de comunicación es brutal.

“Las redes son el anticristo, sencillamente. Esa inmediatez... La que manda es la red, el aparato, el medio, no lo que tú digas”

-Le he escuchado decir que las redes sociales son las alcantarillas de la sociedad.

-Las redes son el anticristo, sencillamente. A lo mejor es muy pesimista pero es que me espanta que se mande un mensaje, que se sepa que el otro lo ha recibido, y si no contesta enseguida, ¿qué pasa? Esa inmediatez. La que manda es la red, el aparato, el medio, no lo que tú digas.

-Si hay un futuro esperanzador para el periodismo, ¿en qué forma será?

-Estamos cabalgando un tigre. Los renacentistas no sabían que lo eran. Los de la revolución industrial no sabían que estaban en una revolución. Hoy sabemos que estamos cabalgando un tigre, que cada telediario puede cambiar el Planeta. Todo sucede delante de tu casa, en el comedor, cualquier noticia está inmiscuida en la sopa que te tomas. ¿Qué diferencia hay entre la comida basura y la basura que sale del telediario? Ahora bien, eso puede ir hacia un maravilloso mundo del futuro. No se sabe, pero tal como vivimos ahora, produce una angustia terrible.

-Los niños crecen o aprenden más a través de imágenes y vídeos, con la palabra hablada, que a través de la lectura, con la palabra escrita...

-Hoy los niños piensan con los dedos. Hemos vuelto al mono, ya lo decía Schopenhauer: no venimos del mono, sino que vamos hacia el mono.

-Si se empobrece el lenguaje, se empobrece el pensamiento.

-Vamos a la destrucción del lenguaje. Si lees un texto de un tuit, están todas las palabras destruidas, que a lo mejor no es malo, es buenísimo. Yo no soy profeta ni moralista. A mí me sobrecoge que, así como hay una banalidad del mal, que ya es costumbrismo, está la capacidad de los instrumentos para expandir el pensamiento, la alta tecnología, la medicina... Te puedes operar de un continente a otro, se llegará a saber las enfermedades que vas a tener, de qué te vas a morir... Es lo bueno, pero también es terrorífico. Lo terrible es que pensadores y filósofos hay pocos, pero idiotas hay legión. Y el idiota tiene en su mano un aparato exactamente igual que el científico para expandir una idiotez y convertirla en viral. Si hay un científico que convierte en viral un hallazgo de la ciencia, pues bien, pero no sé si va a pasar...

“El arte es lo que ha perdurado de Florencia. La vida de la gente o la política no han quedado. El arte es ese rastro que va dejando la humanidad a su paso”

-Le veo pesimista...

-No, no. No sé lo que va a pasar.

-¿Nos puede salvar el arte? Al menos de forma individual. ¿O salvar es muy pretencioso?

-Sí, sí, salvar. ¿Qué ha quedado del imperio egipcio? El arte, las esculturas, las pirámides. ¿De Grecia? La filosofía, el Partenón, unos bellos poemas, etc. La vida de la gente o la política no han quedado. El arte es lo que ha perdurado de Florencia. El arte es ese rastro que va dejando la humanidad a su paso.

-Pero también hay una industria alrededor y un negocio.

-Pero eso no es el arte. Es una especulación sobre arte. Es un mercado. El mercado del arte está lleno de picaresca, como todo negocio donde hay pasiones.

-¿Cuál ha sido su relación con Canarias?

-Vine mucho a Canarias. No conozco La Gomera y El Hierro pero el resto sí. Me faltaba Lanzarote, por lo que veo y lo que sé, es una isla extraña, como decía San Juan de la Cruz, que no se parece a las demás, con personalidad propia, y hoy si eres tú mismo ya tienes mucho avanzado.

-¿Y la obra de César Manrique? ¿Cómo cree que ha ido evolucionando con el tiempo?

-En el arte, la personalidad del artista influye mucho, y César es un artista muy personal, con una huella expansiva de una forma de entender la vida y la naturaleza. A través de su arte y su militancia de conservación ha expandido su personalidad, y eso, tal y como vienen los telediarios, se valorará cada día más, aunque sea como un ideal.

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