El presidente del Partido Popular en Canarias, Asier Antona, declaró este lunes como testigo después de que Águeda Montelongo y el exsecretario insular, Carlos Figueroa, interpusieran una demanda contra el PP tras convocarse una gestora que desencadenó en la salida de Montelongo de la presidencia insular. Antona respaldó ante la jueza su decisión por “la situación insostenible” que había en la Isla y por la necesidad de velar por los derechos de los afiliados.

Asier Antona llegó poco antes de las 9.30 al Juzgado Número 6 de Puerto del Rosario acompañado de la secretaria del partido, María Australia Navarro, el presidente de la gestora creada en abril de 2017, Carlos Ester, y la actual senadora, Esther Hernández.

El juicio se produce después de que el Comité Ejecutivo Autonómico creara el 6 de abril del año pasado una gestora, presidida por Carlos Ester y Luz Reverón, para retirar a Águeda Montelongo de la presidencia del PP de Fuerteventura.

Asier Antona defendió ante la jueza, Ana María Sanz, la incertidumbre que había en el partido y “la situación deteriorada desde hacía mucho tiempo como así lo denunciaron los afiliados y cargos públicos”.

Además, el dirigente popular recordó que la decisión se produjo después de que en una rueda de prensa 10 de los 16 cargos públicos denunciaran la situación de dictadura que existía en el partido. También a su favor pesó la petición de actuación por parte de la dirección nacional. “Pidió a la [dirección] regional que actuáramos y así lo hicimos”, sostuvo.

Entre los argumentos utilizados por Antona para crear la gestora, también estaba la expulsión de más de un centenar de afiliados por parte de la anterior presidenta. La expulsión terminaría siendo revocada por el Comité de Derechos y Garantías nacional.

“Caza de brujas”

Ante las preguntas del abogado de los demandantes, José Ramón González, Antona apuntó que no fue posible “consensuar el diálogo” a pesar de que “la dirección regional usó todos los medios posibles para buscar una solución a esta situación insostenible donde había una caza de brujas”.

El dirigente popular defendió que actuaron “escrupulosamente” tal y como marcan los estatutos y los comités de Derechos y Garantías regional y nacional.

Tras declarar Antona, llegó el turno de la secretaría regional del PP, María Australia Navarro, quien reconoció también que tenía conocimiento por parte de afiliados y cargos públicos del “malestar en la isla”. Como ejemplos puso que no se tramitaban afiliaciones, problemas para el pago de cuotas y afiliados que se habían dado de baja sin ellos saberlo.

La secretaria regional de los populares defendió que se actuó correctamente y que el Comité Ejecutivo, que aprobó la gestora, fue convocado el 30 de marzo, y el orden del día, dado a conocer el 3 de abril, “dentro del plazo previsto”.

Carlos Ester defendió que, en todo momento, se intentó contactar con Águeda Montelongo para informarle de la creación de la gestora, pero no fue posible a pesar de enviar correos electrónicos, llamadas de teléfono, whatsapp, burofax y una notificación.

La actual senadora del PP, Esther Hernández, señaló, ante la jueza, las “humillaciones” a los que eran sometidos por parte de la presidenta del Partido Popular.

“Plan orquestado”

El abogado José Ramón González denunció “una vulneración de los derechos fundamentales” al no dar a Montelongo la posibilidad de defenderse. Asimismo, denunció, en su intervención final, que todo fue producto de un plan “orquestado para acabar con la organización del partido”. El letrado pidió la nulidad del Comité Ejecutivo del 6 de abril.

El abogado del PP, Jorge Rodríguez, solicitó la desestimación íntegra de la demanda mientras que la Fiscalía se adhirió a las conclusiones de los demandados. Para el Ministerio Fiscal no hubo vulneración de derechos por lo que solicitó la desestimación.

A la salida del juicio, Águeda Montelongo atendió a los medios de comunicación a los que manifestó que Antona y el resto de testigos “no han podido demostrar nada” basando sus argumentos en: “me dijeron, me llamaron, y sin ninguna prueba documental”.

Montelongo insistió en que su salida de la presidencia fue un atropello y que se produjo después del congreso de marzo que trajo la victoria de Asier Antona. “Sabían que podíamos ganar el [congreso] insular y no querían que así fuera”, afirmó.

Por último, Montelongo defendió el trabajo de presidente nacional, Pablo Casado, que ha apostado por la “integración” al margen de que le hayan apoyado o no en el congreso y “esa es la verdadera democracia” por la que va “a trabajar y defender”.