El viernes 8 estará en el Pool Bar del Arrecife Gran Hotel en las noches de Isla & Ritmo. Hace cinco años se fue a vivir a Nueva York, pero mucho antes ya se había convertido en una de las grandes figuras del jazz latino.

-Está realizando con Martirio un homenaje musical a Bola de Nieve. ¿Cómo surge este proyecto?

-El proyecto de Bola de Nieve se hizo por la grandísima admiración que los dos le tenemos. Es un personaje único que tocaba el piano y cantaba de una manera muy particular. Es del bolero feeling y la canción latina aunque él cantó en todos los idiomas porque era un tipo muy inteligente y sabía cómo ganarse a todos los públicos. Hace muchos años que Martirio y yo hablamos de esto y ahora han cuadrado los planetas para poder hacer este proyecto.

-¿Cómo ve el panorama del jazz en España? ¿Ha cambiado mucho desde que Leonard Feather escribiera en la Enciclopedia del Jazz que España era un desierto para el jazz?

-Es una pregunta muy frecuente. Ha mejorado muchísimo con los años. Hoy tenemos una gran cantera de músicos, gracias a lo que se ha conseguido, a través de institucionalizar y poner el jazz, la música improvisada y el flamenco, en las escuelas. Ha cambiado y para bien.

-¿Qué le falta a ese panorama musical: escuelas, músicos compositores, festivales, salas, talento... o lo que falta es una industria?

-Lo único que le falta es un poco más de atención por parte de la gente que programa, que tiene el acceso a la cultura, porque músicos hay muchos y muy buenos, muy buenos talentos. Hacen falta sitios para trabajar. La iniciativa privada es insuficiente y necesitamos más apoyo de la administración. Es lo único que le faltaría.

-¿Son las músicas de raíz, como el flamenco, las que más o mejores elementos pueden aportar al jazz?

-No sé si las músicas como el flamenco o de raíz son las mejores para aportar al jazz, pero el jazz ya es una música que nace de un encuentro de culturas y eso ya provoca que aparezca de la manera que es. Todos estos acercamientos con otras culturas enriquecen la música en general. Cómo no, las músicas populares y la expresión de la gente de la calle han servido de fuente de inspiración para los músicos más grandes.

-¿Es una música condenada a ser minoritaria en comparación con el rock o con el pop?

-No está condenada a ser minoritaria. De hecho hay grandes músicos de jazz que son multitudinarios y llenan grandes espacios y se ha demostrado en los últimos años de la historia del jazz. Lo que creo es que tiene que haber más atención por parte también de los medios de comunicación y de los que hacen posible que la gente se entere de lo que está pasado. Y, claro, si nos pusieran jazz todos los días en el telediario al final, en vez de los deportes, y hablaran de los ensayos, fomentarían esto mucho más para el gran público.

-Fue el único músico español que intervino en ‘Calle 54’. Con la perspectiva de los años, ¿qué cree que supuso esa película para el jazz latino?

-Fui el único y estoy muy orgulloso y muy agradecido a Fernando Trueba que creyó en mi proyecto en aquel momento. Supuso una ayuda. Imagina lo que es poner ese jazz en la gran pantalla, esas historias de músicos. A todos nos ayudó mucho la película y tengo un recuerdo excepcional de ese trabajo.

-¿Por qué vive en Nueva York? ¿Sigue siendo la mejor ciudad para el jazz?

-Vivo en Nueva York porque me mudé a Estados Unidos hace más de cinco años con mi familia. Pensé que era un buen momento para mí y mi familia, para desarrollarnos más, y así ha sido. Los cinco años que llevo allí me encuentro muy bien, estoy colaborando con mucha gente y es un escaparate, el más grande al mundo, y siempre pasan cosas interesantes.

-¿Qué músicos jóvenes españoles destacaría?

-Hay unos cuantos como Ernesto Liña, Marco Mezquida o Antonio Serrano. Hay gente que viene detrás con un gran talento y ganas de decir muchas cosas. Hay una gran cantera.

-¿Alguno de Canarias?

-Tengo que nombrar a Kike Perdomo, con el que yo he colaborado desde hace muchos años, y a Polo Ortí, con el que también he tocado. Son dos músicos muy grandes de las Islas. Hay muchos más, pero estos dos son muy importantes para los músicos jóvenes del Archipiélago canario.