MEDIO AMBIENTE

Costas rechaza la playa artificial en Lanzarote del presidente de la patronal hotelera de Gran Canaria

Destaca su “impacto ambiental negativo”, los perjuicios para el litoral ante el cambio climático y subraya que ya existe una amplia oferta de playas y zonas de baño

José María Mañaricúa, presidente de la Federación de empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas.
M. Riveiro 0 COMENTARIOS 24/10/2019 - 17:01

La Demarcación de Costas de Canarias ha rechazado el proyecto presentado por una empresa del presidente de la patronal hotelera de Gran Canaria, José María Mañaricúa, para construir una nueva playa artificial en Costa Teguise.

La intención de la cadena hotelera Gloria era vincular un hotel de nueva planta con más de 700 plazas alojativas al norte de Costa Teguise a la creación de una playa artificial en ese tramo del litoral, ocupando 2.615 metros cuadrados del dominio público marítimo terrestre.

Para el hotel, de seis plantas de altura, el Ayuntamiento de Teguise le dio la licencia el pasado mes de agosto. Sin embargo, para la playa artificial, el informe de la Demarcación de Costas, al que ha tenido acceso ElDiariodeCanarias.com, es desfavorable.

En el informe de Costas se especifica que las directrices del Ministerio de Medio Ambiente (hoy denominado de Transición Ecológica) especifican desde 2008 que solo caben las nuevas playas artificiales en grandes áreas urbanas o metropolitanas costeras siempre que puedan ser utilizadas “por un amplio sector de la población”.

También se pueden autorizar “en las grandes áreas turísticas litorales consolidadas, allí donde sea necesario para recalificar la oferta” y se añade que “solo se planteará la posibilidad de construcción de playas artificiales en zonas de costas ya degradadas” o “artificializadas”. Por el contrario, “se descartará hacerlo en tramos litorales que conserven en buen estado sus características naturales”.

El criterio de Costas es que la playa artificial solicitada por la cadena hotelera de Mañaricúa, que se pretende ejecutar a las afueras de Costa Teguise, en dirección a Los Ancones, “para dar servicio a un futuro hotel aún sin construir”, no es necesaria.

Así, recuerda que en la localidad existen cuatro playas: una natural, Playa Bastián, dos artificiales (El Jablillo y Los Charcos) y otra donde han sido necesarias obras para consolidar la arena (Las Cucharas).

“A menos de 30 minutos de coche”, añade el informe, “se pueden encontrar variedad de playas que satisfacen con creces las necesidades y requisitos de la población local y turística”, como por ejemplo la playa de Famara, la playa del Reducto, la playa Grande de Puerto del Carmen, el Caletón Blanco o la piscina natural de Los Cocoteros.

Área protegida

Costas destaca que la superficie sobre la que se pretende construir la playa “está protegida” por el Lugar de Interés Comunitario (LIC) del espacio marino del oriente y sur de Lanzarote y Fuerteventura. “Asimismo”, subraya el informe, “dicha costa aún conserva un estado natural”.

Para la Demarcación de Costas, “la oferta de playas es suficiente para que no existan conflictos de uso entre la población local y el turismo”. Del mismo modo, se trata de una zona que “aún no ha sufrido un alto grado de degradación” y además se encuentra “protegida, en su parte marina, por un espacio de la Red Natura 2000”.

En vez de construir una playa artificial, Costas entiende que lo que se debe hacer es mantener “un estado de conservación favorable” y restablecer el tipo de hábitat natural de interés comunitario de una especie de interés, como la Cystoseira abies-marina (seba amarilla), catalogada como vulnerable en Canarias y amenazada por el erizo tropical y el erizo cachero.


Zona donde se pretende construir la playa.

Arena del Sáhara

En el periodo de información pública presentaron alegaciones la Fundación César Manrique, las asociaciones de amistad y solidaridad con el pueblo saharaui o la delegación en Canarias del Frente Polisario, además de colectivos ecologistas como Arca Ibérica y personas a título individual.

Uno de los motivos de las alegaciones era la utilización de arena extraída del Sáhara Occidental que se contemplaba en el proyecto, en concreto de la localidad de El Marsa, situada cerca de El Aaiún. También el Cabildo de Lanzarote rechazó en pleno que se utilizase arena saharaui, en cumplimiento de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, de diciembre de 2016, acerca de los productos provenientes del Sáhara Occidental.

El informe de Costas especifica que el proyecto presentado no plantea ninguna alternativa a la utilización de arena del Sáhara y resalta que la playa de Los Charcos, situada a pocos metros y construida en los años 80, fue habilitada con arena procedente de la cantera del pueblo de Muñique, “con una cantidad elevada de finos”.

“Como consecuencia de los fuertes vientos predominantes en la zona, la mayor parte de la arena vertida en la playa se ha acumulado en una duna que se ha formado detrás del dique sur de la playa” de Los Charcos, “obligando a una reposición periódica de la arena en la playa”, recalca la Demarcación de Costas.

Por la “experiencia” de los problemas que tiene la cercana playa de Los Charcos, la Demarcación de Costas considera que “es previsible que exista un transporte de la arena vertida siguiendo los vientos predominantes”, lo que conllevaría, “para poder llevar a cabo una explotación rentable, la necesidad de un aporte constante de arena, con el continuo impacto ambiental asociado”.

“Impacto ambiental negativo” y cambio climático

El informe de Costas también señala que los estudios acerca del impacto del cambio climático concluyen que se producirán “variaciones en el litoral canario que pueden provocar distorsiones en las estructuras” que la cadena hotelera pretende construir.

Así, se prevé un retroceso de la línea de costa en torno a cinco centímetros por metro lineal de playa, la subida del nivel del mar y del oleaje, además del incremento en la frecuencia de inundaciones.

Con la playa artificial se sustituiría “la rasa de piedra” actual, “que supone una defensa natural de la costa”, “por una infraestructura que rigidizará la zona intermareal”, lo que traería consigo “un aumento del riesgo en el borde litoral de la zona”.

De llevarse a cabo, añade Costas, la playa artificial tendría un coste de mantenimiento en aumento, “pudiendo ser necesario un aporte continuo de arena, con el consiguiente impacto ambiental negativo asociado sobre el ecosistema”.

Además, concluye Costas, “con la construcción de la nueva playa se creará una necesidad de conservación de unos elementos cuyo objetivo principal es el aumento de la valoración de un hotel, sin atender a la demanda de uso público de una costa variada, limitando la oferta a playas artificiales de arena blanca”.

MÁS CLAVES

PLAYA. La petición de permiso para construir una nueva playa artificial fue formulada en octubre de 2017 por la empresa Tourin Europeo SA, de la cadena hotelera Gloria. El informe desfavorable de la Demarcación de Costas está registrado el 11 de diciembre de 2018, aunque no había trascendido hasta ahora.

HOTEL. En agosto pasado, el Ayuntamiento de Teguise dio la licencia para un hotel de seis plantas en una parcela ubicada junto al Sands Beach de más de 69.000 metros cuadrados. El Consistorio se embolsa por la licencia para el hotel, de unas 700 plazas, alrededor de 2,5 millones de euros.

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