Un comerciante chino, Song Li, juzgado en la Audiencia Provincial por un delito contra la propiedad intelectual por falsificación, ha aceptado este miércoles una condena tras llegar a un acuerdo con la acusación.

Se exponía a una petición de indemnización de 18,7 millones de euros, que era el valor de mercado de los relojes si hubieran sido auténticos.

Sin embargo, al final solo deberá abonar una indemnización de 3.000 euros. El comerciante fue sorprendido, el 26 de marzo de 2015, en el muelle de Corralejo, en Fuerteventura con 1.000 relojes Rolex falsos, cuando pretendía dirigirse a Lanzarote para vender la mercancía.

El comerciante chino ha sido condenado también a una pena de dos años de prisión y a pagar una multa de 5.400 euros. La Fiscalía solicitaba una condena de tres años de cárcel.

La sentencia se ha dictado este mismo miércoles en la Sección segunda de la Audiencia Provincial después de que el acusado reconociera los hechos y aceptara la pena acordada con la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por Rolex.

El millar de relojes falsos interceptados serán destruidos y el ahora comerciante condenado queda inhabilitado para ejercer el comercio minorista durante cuatro años.