TRIBUNALES

El acusado de asesinar a la bebé de cinco meses en La Matanza: “La quería”

Este viernes el jurado deliberará sobre el caso y emitirá un veredicto

EFE 0 COMENTARIOS 16/07/2020 - 15:21

El acusado de asesinar a su hijastra de cinco meses entre el 26 y el 27 de mayo de 2018 en La Matanza (Tenerife), ha usado su derecho a la última palabra para asegurar que quería tanto a la víctima como a la hijastra mayor, de 19 meses, ambas hijas biológicas de la también acusada por asesinato, Irene T.T.

Durante la cuarta y última jornada del juicio oral con jurado popular en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, las partes del caso han emitido sus alegatos finales y han repasado las pruebas y testimonios evaluadas desde el pasado lunes, y también han declarado los últimos testigos del caso.

El fiscal ha mantenido su acusación y su petición de condena iniciales (prisión permanente revisable para ambos) y ha hecho hincapié en el detalle de que la pareja no llevase a la bebé al médico 48 horas después del 22 de mayo, cuando la llevaron al hospital porque la pequeña tenía vómitos, pero presentaba, por lo demás, un buen aspecto general.

Para el fiscal este es un detalle esclarecedor, puesto que los forenses determinaron posteriormente que encontraron en el cuerpo de la bebé “incontables hematomas y marcas de distinta data”, lo que implica necesariamente, desde su punto de vista, que los maltratos comenzaron a partir del 22 y evitaron por ello que recibiera una atención médica que habría desvelado las marcas de los golpes.

Por lo demás, ha resaltado que la versión de la pareja que sostiene que la bebé se le cayó a uno o a otro al suelo, dependiendo de si la relata Joel M.M. o Irene T.T., es “mentira” e “increíble”, y ha apelado asimismo al informe forense que determinó que era imposible que una sola caída provocase esa cantidad de hematomas.

“Se acusan el uno al otro con mentiras. Es imposible que le dieran dos biberones el domingo 27 por la mañana, y que la bebé se los tomase enteros y se durmiera, y que tampoco se percatasen de su aspecto. Es imposible que no la escuchasen llorar esa noche”, ha insistido el Ministerio Público.

Un bebé que ya tenía el hígado roto, lo que provocó una hemorragia interna que irritó, entre otras regiones, al peritoneo, ambas lesiones “muy dolorosas” que se pudieron prolongar durante horas, según los peritos, por lo que la pareja “necesariamente” debió de escuchar los llantos de la pequeña.

Y ha añadido que avisaron a la ambulancia cuando ya constataron que la niña estaba muerta. Entonces montaron, ha dicho el fiscal, un relato "ficticio" para justificarse, pero ha recordado asimismo que distintos técnicos de ambulancia que atendieron a la bebé, la encontraron muy pálida, muy fría y con los labios azules, prácticamente muerta.

La defensa de Irene T.T. ha reiterado su petición de inocencia, y el defensor de Joel M.M. ha pedido que los hechos se consideren un homicidio imprudente y se tengan en cuenta como atenuantes las dilaciones indebidas.

La defensa de la madre ha alegado que no consta ninguna prueba de que Irene maltratase a la bebé, que no se ha probado que tuviera una participación directa o indirecta en los hechos o que tolerase esos maltratos y, además, ha añadido que “todas” las pruebas apuntan a que el único responsable de los malos tratos y el asesinato fue Joel.

Irene T.T. era asimismo víctima de malos tratos, padecía baja autoestima y dependía emocionalmente de Joel M.M., además de que enseñó los hematomas y golpes que había sufrido días después de los hechos ante agentes de la Guardia Civil, y que las psicólogas que la entrevistaron meses después la catalogaron como un “perfil de llamada de socorro”.

Un maltrato "de todo tipo", incluida la vertiente económica y social, como demuestra a su juicio que nunca salieran a la calle, no recibieran visitas, vivieran en un piso en condiciones pésimas e Irene tuviese que pedirle dinero a su madre, cuando nunca antes lo había hecho, según declaró durante la vista.

No pudo comunicarse a solas con su familia o amigos, ha insistido la defensa de Irene T.T., y tampoco pudo pedir auxilio entre el 22 y el 26 de mayo.

Por otro lado, ha resaltado que la versión de Irene T.T. no entró nunca en contradicción ni presentó lagunas ni ante los primeros guardias civiles que acudieron al escenario de los hechos ni ante las psicólogas.

Los peritos tampoco encontraron ADN femenino en la piel de la bebé, según la defensa, sino tan solo a un varón

Y defiende a Irene T.T. también por la actitud de Joel M.M. el 27 de mayo, que se fue antes de que llegasen los agentes de seguridad, mientras que ella se mantuvo en el escenario, llamó a su madre y permaneció junto a su hija.

La defensa de Joel M.M., sin embargo, ha negado que su representado maltratase habitualmente a la niña entre el 22 y el 26 de mayo del 2018 porque ningún testigo ha podido demostrar ni concretar esa acusación durante el juicio oral, ni siquiera la propia Irene T.T. o los forenses del caso.

Homicidio imprudente

Descarta por ello el delito de maltrato, y le atribuye, en todo caso, un homicidio imprudente, porque careció en su momento de dolo y de intención de quitarle la vida a la bebé.

Por otro lado, durante el inicio de esta última jornada la pareja de la madre del acusado, Joel M.M., ha asegurado que nunca vio gritar, insultar o pegar al encausado ni a Irene T.T. ni a las dos hijas pequeñas de ella, y que la acusada tampoco le comentó alguna vez ningún episodio de malos tratos por parte de él.

Aun así, también ha apuntado que apenas coincidían debido a los horarios de ella en el sector de la hostelería y a que la pareja encausada hacía la mayor parte de la vida en la habitación: “podía pasar días sin verlos”, ha añadido.

Por lo demás, tampoco ha recordado su declaración el 5 de junio de 2018 en la que aseguró que alguna vez debió colocarse entre Joel e Irene para evitar más discusiones: “seguro que no me puse en medio de nadie”, ha asegurado hoy.

No ha recordado que la bebé de 5 meses llorase la noche de los hechos, ni si Joel M.M. tenía un comportamiento normalmente violento, ni si tenía unas navajas por toda la casa, ni si dijo en más de una ocasión que o callaban a la bebé o la “reventaría”.

Según un informe de asuntos sociales, la casa estaba en completo desorden, muy sucia, repleta de bolsas, montañas de ropa y objetos, hasta el punto de que los técnicos llegaron a mencionar un posible síndrome de Diógenes.

Sin embargo, la pareja de la madre de Joel M.M. ha dicho que se encontraban todavía organizando y colocando la mudanza.

La propia madre de Joel M.M. ha acudido al Palacio de Justicia y ha llegado a entrar a la sala donde se celebra la vista, pero ha renunciado finalmente a declarar. Madre e hijo pudieron verse durante un receso.

Este viernes el jurado deliberará sobre el caso y emitirá un veredicto.

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