Fue cedido hace 15 años al Cabildo

El atunero Planeta Neptuno termina “fondeado” en el vertedero de Zurita

Eloy Vera 3 COMENTARIOS 06/11/2017 - 05:35

El atunero Planeta Neptuno faenó durante décadas en aguas canarias y africanas. En 2002 su propietario, Luis Chacón, lo cedió al Cabildo de Fuerteventura con el anhelo de que el barco no desapareciera de la memoria local. Se planteó transformarlo en un museo flotante, exponerlo en el Museo de la Pesca Tradicional de El Cotillo o, incluso, convertirlo en un barco científico. La falta de interés y la desidia terminaron llevándolo al vertedero de Zurita. “Si llego a saber que acaba ahí, yo mismo lo echo al fondo”, sostiene su anterior dueño.

Cuando el Planeta Neptuno llegó al muelle de Puerto del Rosario por primera vez, el atunero arrastraba una historia que lo situaba en el puerto de Bermeo, en Vizcaya, uno de los lugares más arraigados a la tradición marinera del norte peninsular. Luis Chacón supo de su existencia y en 1975 lo adquirió para destinarlo a la pesca del atún en aguas canarias y africanas.

“De enero a junio pescábamos en Canarias. Parábamos para las Fiestas del Carmen y luego nos íbamos a faenar a África, desde Mauritania a la frontera con Marruecos, hasta Navidades”, cuenta este hombre que llegó a tener hasta doce trabajadores a su cargo en el Planeta Neptuno”.

En 1988, su propietario le hizo una reparación cambiando motores y poniendo un nuevo puente. El atunero volvió a pasar por talleres, en otras ocasiones, ante el empeño de Luis en seguir cuidando un barco al que ya le empezaban a unir unos lazos más allá de los materiales.

Mientras Luis mimaba su barco, en los despachos de la Unión Europea se trabajaba para renovar el acuerdo pesquero con Marruecos. El viaje de Mohamed VI en septiembre de 2000 a España y los intentos de la Unión no impidieron el fracaso de unas negociaciones que desencadenaron un grave conflicto hispano-marroquí en 2001.

La no renovación del acuerdo pesquero con Marruecos cogió a Luis por sorpresa. Se había gastado un dinero en repararlo y comprar motores nuevos, pero ya no podría seguir faenando en África. “Con seis meses pescando en Canarias no se podía vivir y tampoco con doce hombres trabajando en el barco”, argumenta.

La Unión Europea propuso facilidades a quienes quisieran acogerse a quitar los barcos. Él accedió y decidió desguazar el Planeta Neptuno. Desde hacía algún tiempo, el Cabildo de Fuerteventura había mostrado interés en que el atunero siguiera formando parte de la historia de la navegación en Canarias.

Luis recuerda cómo oyó hablar de varios proyectos por parte del Cabildo. “Había uno muy bonito, que a mí me ilusionó, y que consistía en meter el barco a marea llena en el charco que hay por el Centro Juan Ismael y cuando vinieran los niños ponerlo en marcha y enseñarles cómo era la pesca”, comenta.

El atunero había sido evaluado en unos 60 millones de pesetas entre maquinaria, motores y estructura. Al final, Luis decidió cederlo gratuitamente al Cabildo y solo vender los motores por los que recibió nueve millones de pesetas. Su intención siempre fue la misma, evitar que el barco terminara desguazado.

Su propietario lo cedió gratuitamente al Cabildo, que se planteó hacer un museo flotante, pero unos 15 años después, el barco se encuentra completamente abandonado

En 2003, Cirilo González, actual concejal de Votemos en La Oliva, tomó el cargo de consejero de la Red de Museos del Cabildo bajo la presidencia de Mario Cabrera. González recuerda la ilusión que había por evitar que el atunero desapareciera. Sobre la mesa se pusieron varios proyectos que, catorce años después, vuelve a enumerar: “se habló de convertirlo en un centro de interpretación de la pesca, destinarlo al avistamiento de cetáceos o, incluso, convertirlo en un barco para investigaciones del medio marino”.

Comenzaron las negociaciones con el entonces consejero de Pesca del Gobierno canario, Pedro Rodríguez Zaragoza, y las conversaciones con técnicos de museología que veían viable el proyecto. Sin embargo, nunca llegaron a materializarse. La falta de presupuestos fue, según Cirilo González, el motivo por el que el proyecto terminó guardado en alguna gaveta del Cabildo.

Mientras tanto, el Planeta Neptuno continuaba fondeado en el puerto capitalino. La Institución insular había contratado a una persona para su cuidado, pero llegó el día en el que el atunero quedó sin vigilancia. “El Cabildo alegó que era mucho dinero mantener un hombre en el barco, lo quitaron y lo dejaron atado al muelle y a lo que Dios quisiera de él”, critica su anterior propietario.

El barco terminó encallando a marea vacía. Las maderas empezaron a ceder y el agua empezó a entrar sin reparos en la embarcación. Luis recuerda cómo llegaba al muelle después de estar horas en el mar y se encontraba con el barco mediado de agua y tenía que ponerse él mismo a achicarlo.

Última singladura

El 8 de marzo de 2013, el Planeta Neptuno comenzó una nueva singladura fuera del mar después de diez años en desuso en el muelle de Puerto del Rosario. Su futuro se dividía ahora en el desguace del casco y la exhibición de los motores y el puente en el Museo de la Pesca Tradicional de El Cotillo.

El Cabildo defendía su actuación alegando el deterioro del mismo y lamentando la falta de ayudas regionales y estatales para poder darle un uso al atunero.

Dos grúas de gran tonelaje, una de ellas llegada desde Gran Canaria, y numerosos operarios trabajaron durante cuatro horas para levantar las 60 toneladas del atunero. Las maniobras por sacarlo concluyeron con éxito. Desde entonces, poco se ha sabido del Planeta Neptuno más allá de su final en el vertedero de Zurita, rodeado de palés y chatarra.

El consejero de Podemos en el Cabildo de Fuerteventura, Gustavo García, critica el fin que ha tenido el antiguo atunero y lamenta que la Institución insular no se haya preocupado por cumplir el deseo de la persona que lo cedió, que no era otro sino que el barco siguiera formando parte de la historia de Fuerteventura.

García critica el coste que ha supuesto para la Institución insular retirar el barco, “unos 22.000 euros en el alquiler de grúas más la contratación de buzos, lo que podría rondar en total los 70.000 euros” para terminar depositándolo en Zurita. También lanza preguntas a la espera de alguna respuesta: ¿por qué ha acabado en el vertedero de Zurita?, ¿por qué no ha ido al Museo de la Pesca?

Desde el Grupo de Podemos en el Cabildo han exigido al actual grupo de Gobierno que tome medidas y le dé el valor patrimonial que merece. Consideran que “el Museo de la Pesca de El Cotillo debe ser su destino y no dejarlo seguir deteriorándose en Zurita”. En el vertedero de Zurita, sobre un armazón de madera, reposa la cabina del atunero. En una placa azul con letras en amarillo se lee ‘Planeta Neptuno Fuerteventura’. Su dueño, Luis Chacón, jamás pensó que su barco terminaría en un vertedero. “Había otras muchas opciones”, concluye.

Se expondrá en una rotonda de Corralejo

Desde el Cabildo de Fuerteventura han precisado que el Planeta Neptuno se encuentra en una explanada del Complejo Ambiental de Zurita con el objetivo de que pueda estar custodiado y bajo llave. Según la Institución insular, se decidió no exponer el barco en el Museo de la Pesca Tradicional de El Cotillo para evitar “el impacto ambiental” que podría ocasionar su instalación en el lugar y romper así la estética de este enclave marinero.

El Cabildo majorero asegura que todas las piezas del barco se encuentran inventariadas y que su futuro se resolverá en breve. En concreto, planean volver a armarlo e instalarlo en una de las rotondas de la nueva autovía, en la zona de Corralejo.

Comentarios

El mismo camino que lleva el veloro propiedad del cabildo el"isla de fuerteventura" abandonado en fl puerto de Gran Tarajal hace 10 años edpersndo a que se hunda.
No vean lo contento que quedaría el Sr. Chacón, No tuvo que pagar por el desguace y encima lo vendió a precio de oro. ¡Menudo choyo!
¿De quién me dijo que fue la idea de comprar un atunero que iba camino de desguace?

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