La muerte de Romina Celeste Núñez hace casi un año, en la Nochevieja de 2018, se juzgará por el procedimiento del Tribunal del Jurado. Así lo ha decidido la juez instructora del caso, Silvia Muñoz, en un auto del pasado mes de noviembre, dado a conocer este jueves, por el que se inicia ese procedimiento.

La fiscal del caso, María Luisa Ordóñez, ha solicitado que se lleven a cabo varias diligencias de investigación antes de cerrar la instrucción. Pide que se tome declaración a varias personas, entre las que se encuentran agentes de la Policía Nacional, un trabajador del Arrecife Gran Hotel, que presenció un "episodio violento" sufrido por Romina y personal sanitario del Hospital Doctor José Molina Orosa.

También solicita que se realice un informe pericial que determine si las tijeras que compró el acusado, el marido de Romina, Raúl Díaz, el 3 de enero, pudo ser la herramienta con la que llevó a cabo el despedazamiento del cuerpo. Otros de los informes periciales solicitados tiene que ver con el análisis de diversos teléfonos de Romina, el acusado y familiares.

Se investiga si unas tijeras que Raúl Díaz compró el 3 de enero sirvieron para descuartizar a la joven

La Fiscalía considera que el acusado es responsable de un delito de homicidio pero también de otros delitos y esas diligencias deberían esclarecerlos. Entre ellos está uno de maltrato habitual, dos delitos de lesiones en el ámbito familiar, que se habrían producido en agosto y septiembre de 2018, uno de ellos en el Gran Hotel, un delito de profanación de cadáver y otro de simulación del delito, al denunciar Raúl Díaz la desaparición de Romina cuando ya se habría incluso desecho del cadáver.

La fiscal considera que Díaz mató a Romina entre el día 31 de diciembre y el 1 de enero pasados y que posteriormente quemó el cuerpo en una barbacoa, los desmembró y tiró algunas partes al mar. Tan solo apareció un pulmón, que llegó al litoral en la zona de Costa Teguise.