Desde que en enero de este año Juan Tenería recibiera un burofax con el aviso de que debía abandonar el garaje en el que vive en la calle Guardilama de Arrecife, las cosas no han mejorado mucho. La fecha del aviso pasó y Juan no entregó las llaves.

No tenía otro sitio adonde ir y sigue sin tenerlo. Cobra 392 euros de pensión y paga 230 euros al mes con la luz y el agua aparte. Para esa demanda hay poca oferta.

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A Juan le amputaron hace años las dos piernas, tras sufrir un shock séptico. Estuvo a punto de morir y pasó un año en el Hospital, incluidos dos meses en coma. Ahora está de nuevo ingresado en el Hospital José Molina Orosa.

Ingresó con una ciática, con un dolor difícil de soportar, y se le ha complicado. Cada vez que tiene las defensas bajas, pasa lo mismo. Tiene una neumonía y está en cama con oxígeno y con muchas flemas. Lleva un mes en esa situación.

El 15 de noviembre tiene que entregar las llaves de la casa, o del garaje acondicionado como vivienda. Así lo firmó en el Juzgado. Como no las entregó antes, se abrió un procedimiento judicial.

Cuenta desde la cama del hospital que su abogada le llamó para acudir un día de septiembre al Juzgado y que le recomendó que llegara a un acuerdo. Él insiste en que si no se ha ido es porque no ha encontrado otra casa que pueda pagar con lo que cobra.

Además necesita una casa a ras de suelo. Aunque a veces camina con las prótesis y con muletas, en otras ocasiones necesita ir en silla de ruedas. Una amiga le dijo que le avalaba para comprar el garaje y pagar como letras de una hipoteca lo que paga como alquiler, pero los propietarios quieren vender el edificio entero, no por partes. 

El caso es que cuando le propusieron el trato no lo tenía muy claro porque pensaba que no tenía nada con lo que  negociar, pero llamó a Vivienda del Gobierno de Canarias y el personal que le había atendido en otras ocasiones le aseguró que estaban buscando algo para él.

Firmó voluntariamente su salida, pero no tiene nueva casa y lleva un mes ingresado otra vez en el hospital

“Es lo que me recomendaban, entregar las llaves, pero en realidad no tengo donde ir”, dice. “Me aseguraron que no me iba a quedar en la calle”. “Eso no va a pasar, me dijeron”. Y añade: “No sé si he metido la pata, no sé si la he fastidiado o me he asesorado mal o qué ha pasado”.

Eso fue antes de ingresar en el hospital. Asegura que le llamaron de Vivienda para pedirle una documentación, pero que no sabe bien lo que le pidieron, y que hasta que salga del hospital no se va a poner a hacer nada.

En cualquier caso, el día que tiene que abandonar la casa se acerca y ni siquiera está claro si va a estar fuera del hospital.

ElDiariodeCanarias.com ha intentado ponerse en contacto con el teléfono que Juan ha facilitado de Vivienda para conocer la situación real, sin éxito.

Los servicios sociales de Arrecife tampoco saben nada de la situación, según señala la concejal de Podemos Leticia Padilla, que preguntó por su expediente.