LANZAROTE

El patinete eléctrico: un nuevo desafío para la movilidad urbana

Arrecife, Tías, Teguise y San Bartolomé ofrecen distintas regulaciones a esta fórmula de desplazamiento

Foto: Gerson Díaz.
Myriam Ybot 0 COMENTARIOS 20/11/2019 - 09:07

Según el Real Automóvil Club, ya circulan por España más de 20.000 vehículos de movilidad personal, la mayoría patinetes eléctricos. En Lanzarote operan sobre todo en Arrecife, Playa Honda, Costa Teguise y Puerto del Carmen, donde sus responsables públicos han tenido que reaccionar para adaptar sus ordenanzas a esta nueva forma de desplazamiento.

La “patineta” como se le conoce en las islas, extiende su uso para las distancias cortas y compite con la bicicleta en el podio del transporte del futuro: cómodo, ligero y no contaminante.

Solo han pasado unos meses desde que los principales núcleos de Lanzarote amanecieran con cientos de patinetes eléctricos en sus calles, una agresiva estrategia comercial que no fue del agrado de los responsables públicos, a quienes esta nueva modalidad de transporte pescó desprevenidos y sin regulación específica.

Además, la posibilidad de ser utilizado inicialmente de forma gratuita a modo de juguete por la población más joven lo convirtió en obstáculo repentino y odiado en cualquier punto del espacio público.

Sin embargo, ese arranque poco alentador no evitó que muchas personas descubrieran las ventajas de esta fórmula de movilidad personal destinada a cubrir distancias cortas y medias, cómoda, ligera y sin emisiones a la atmósfera.

Una de ellas es José Antonio, que vive en Playa Honda y es un convencido defensor del desplazamiento en patinete eléctrico. Aunque sus motivos son menos ambientales que prácticos, lo cierto es que es una más de las muchas personas que utilizan este sistema de transporte no contaminante y que podría contribuir a la descongestión del tráfico en Lanzarote.

“Trabajo en Arrecife y no conduzco. Antes dependía de otros o cogía un taxi cuando tenía prisa, pero la patineta es una manera cómoda, barata y eficaz de cubrir distancias medias”, asegura.

La posibilidad de localizar el vehículo más cercano a través de una aplicación de móvil y de dejarlo en cualquier punto de la ciudad “-¡donde no moleste!” -puntualiza-, son puntos a favor respecto a otras soluciones.

De ahí su frustración ante las noticias sobre su retirada o las continuadas multas a la empresa proveedora: “No lo entiendo, el patinete es ecológico, no ensucia la atmósfera y la ocupación de la calle es mínima. Vivimos en una contradicción permanente con nuestra condición de Reserva de Biosfera y todo lo solucionamos con sanciones”.

Regulación en el aire

Lo que no sabe el joven es que, como ha ocurrido en muchos otros puntos de la geografía española, la irrupción del patinete eléctrico ha pillado por sorpresa a los ayuntamientos, carentes de normativa específica.

El problema surge porque, ante la ausencia de una legislación estatal, la Administración local es la competente en la regulación del uso de estos vehículos a través de decretos y ordenanzas con diferentes criterios.

La irrupción del patinete eléctrico ha pillado por sorpresa a los ayuntamientos, carentes de normativa específica

Según explica la concejala de Movilidad del Ayuntamiento de Arrecife, Ángela Hernández, en la capital rige un decreto que asimila la circulación de patinetes con la de bicicletas, recogida en la legislación de tráfico, seguridad vial y circulación de vehículos a motor. 

“El decreto, que incluye cuestiones complementarias relacionadas con el seguro, la autorización cuando se trata de actividades económicas turísticas o de ocio, sistemas de frenado, timbre, faros, etcétera, nos permite ordenar el uso de estos vehículos hasta la actualización de la ordenanza municipal, que incorporará además otras cuestiones relacionadas con el tráfico y la movilidad”, apunta.

En Tías tampoco disponen aún de ordenanza, aunque su concejal de Transporte, Sergio García, hace hincapié en que la movilidad es una de las prioridades del grupo de Gobierno: “Mientras la Dirección General de Tráfico introduce esta modalidad de transporte en su regulación, los ayuntamientos debemos intervenir para favorecer la convivencia de las distintas fórmulas de desplazamiento. Y como tanto bicis como patinetes deberán circular por asfalto o por carriles-bici, hemos redactado ya un plan para la ampliación y mejora del carril de Puerto del Carmen”.

Con los deberes hechos

San Bartolomé primero y Teguise después han hecho ya sus deberes y han aprobado distintos mecanismos legales para regular la circulación de patinetes en su espacio público. Mientras que en el primer caso han incorporado la normativa a la Ordenanza general de tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, en el segundo se ha redactado un documento específico para vehículos de movilidad personal.

La imposibilidad de circulación de las patinetas eléctricas por la avenida de Playa Honda y parques municipales, donde sí circulan bicis fuera de carril, ha generado no pocos quebraderos de cabeza a la empresa de alquiler, que ha sido sancionada en varias ocasiones.

Al respecto, su regidor y responsable de la Policía local, Alexis Tejera, defiende el uso de los vehículos eléctricos y no contaminantes, pero recuerda la prohibición de circular por las zonas peatonales del municipio, esto es, por la avenida de Playa Honda, aceras, parques y resto de espacios reservados a las personas.

Por su parte, el alcalde de la Villa, Oswaldo Betancort, reconoce que bicicletas, patinetes y ciclos de más de tres ruedas “son ya una realidad en nuestras calles, que debe ordenarse con el fin de favorecer su integración en el ámbito del tráfico urbano; para el bien de la convivencia ciudadana y su seguridad y en garantía de la accesibilidad universal y la conciliación de la vida personal, familiar y laboral en el espacio público”.

Coincidencias

En general, puede afirmarse que hay coincidencia en que la micromovilidad no debe ocupar ni transitar el espacio reservado para los peatones, como tampoco pueden circular por las vías rápidas reservadas para los vehículos.

Adecuar su velocidad a la de las personas sin superar la velocidad máxima de 10 kilómetros por hora, respetar la distancia de un metro de separación y el uso de timbres o dispositivos equivalentes y elementos reflectantes homologados que permitan su correcta visualización cuando circulen por la noche son elementos comunes en todas las reglamentaciones.

A día de hoy, los principales retos para la generalización del uso de vehículos de movilidad personal, -bicis, skate y patinetes fundamentalmente-, son atajar la carencia de infraestructuras adecuadas -como carriles bici o calles de prioridad peatonal y VMP- y redactar las normas específicas y de formación que integren de manera definitiva estos nuevos modos de transporte.

Y aunque en Lanzarote el parque móvil supera con mucho la media nacional y la demanda de bicicletas y patinetes eléctricos no se ha triplicado como en el resto del país en el último año y medio, todo apunta a que no tardará mucho en seguir la estela de la movilidad eléctrica, limpia y generosa con el espacio urbano común.

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