Cuatro organizaciones agrarias del archipiélago han reclamado este miércoles al Gobierno de Canarias y a los cabildos un plan de rescate "urgente" para el sector ganadero de las islas que, en casos como el de los productores de leche de vaca, viven una situación "crítica".

La petición la han formulado en un comunicado conjunto la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (ASAGA Canarias ASAJA), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Canarias (COAG Canarias), la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y la Asociación de Ganaderos de Tenerife (AGATE).

Explican que el sector lácteo y, en especial los productores de ganado bovino, son los que peor lo están pasando desde que se estableciera el estado de alarma ante la imposibilidad de comercializar su producción debido a diferentes factores como el cierre de establecimientos de restauración y hoteles, cambios en los hábitos de consumo así como la logística y decisiones de compra de la propia distribución.

A este frenazo en las ventas sufrido por el sector se suma el hecho de que, para algunos subsectores, este es un periodo tradicional de alza en la producción y de máximo rendimiento en sus explotaciones.

Ante este panorama el sector trabaja con la distribución y la industria agroalimentaria en diferentes líneas para que adquieran un mayor volumen de materia prima local, tanto en las producciones cárnicas y lácteas, como en el resto de subsectores ganaderos como en el caso de los huevos.

De manera particular se está trabajando para dar salida a aquellas producciones que habitualmente se comercializan en fresco, y cuyo periodo de caducidad es menor, añaden las organizaciones agrarias.

Pero si finalmente no se da salida a estas producciones, además de las pérdidas económicas para los propios ganaderos, significaría que las ayudas que se han ido otorgando al sector para promoverlo y reactivarlo "habrían sido en vano", advierten.

Las organizaciones agrarias consideran que, si bien desde las distintas administraciones se están llevando a cabo iniciativas para dar salida a estas producciones, es necesario redoblar este esfuerzo e impulsar una mayor coordinación entre las distintas administraciones.

Además, se considera fundamental que compromisos como el adquirido por el Gobierno de Canarias de anticipar todo lo posible las compensaciones que reciben los productores, "sean un hecho", por lo que debe convertirse en un objetivo principal dentro del plan de rescate solicitado.

Igualmente subrayan que los cambios en la logística y la gestión de la distribución en esta situación, como el hecho de que algunos supermercados hayan eliminado la sección de charcutería desplazando del lineal algunas producciones en fresco, están teniendo efectos perjudiciales sobre el sector.

Desde las organizaciones agrarias se demanda tanto a la industria como a la distribución alimentaria que evalúen los efectos de las decisiones que tengan que tomar para minimizar sus consecuencias negativas sobre el sector.

El sector es consciente de que la prioridad ahora es preservar la salud de la población y controlar la pandemia pero añade también que las consecuencias económicas que se van a derivar de este estado de alarma pueden llevar a una segunda crisis igual o peor a la de 2008 "de la que todavía no nos hemos recuperado del todo".

Añaden que su intención es mitigar de la mejor manera posible "los efectos devastadores que pueda acarrear esta situación sin precedentes" para la economía y el empleo en Canarias, pues su responsabilidad como sector agroalimentario es garantizar el abastecimiento a la población.

No obstante, señalan que los ganaderos no son una fábrica que pueda parar la producción o reconvertirla de un día para otro porque, advierten, "nuestros animales comen todos los días para poder seguir produciendo".