El Ministerio de Fomento ha sacado a información pública el borrador del real decreto para modificar las servidumbres aeronáuticas del aeropuerto de Fuerteventura. Entre los cambios que establece se encuentra dar de baja, de forma definitiva, la segunda pista habilitada en el aeródromo, a raíz de un incidente en 2002, para atender las diversas contingencias en el campo de vuelo, en una isla donde el transporte aéreo es fundamental.

Esta pista de contingencias permitía que, en caso de cierre de la pista principal, por cualquier problema técnico o accidente, el aeropuerto pudiera permanecer abierto.

En el real decreto se procede a un cambio de configuración del campo de vuelo, mediante el cual quedaría derogada la resolución de junio de 2007, que autorizaba de forma oficial la puesta en funcionamiento de la pista de contingencia en Fuerteventura para garantizar la continuidad de las operaciones de vuelo con unos tiempos de respuesta mínimos.

Su finalidad era que el aeropuerto permaneciese operativo en cualquier circunstancia, “en condiciones de seguridad, ante cualquier eventualidad, tanto programada como imprevista, y dar respuesta a la demanda social de garantizar la regularidad de la operatividad en zonas donde el transporte aéreo es imprescindible”.

La creación de la pista de contingencias del aeropuerto surge después del accidente que sufrió en enero de 2002 un Boeing 737-400 de la compañía Hapag Lloyd durante su aterrizaje y que, afortunadamente, se saldó sin ningún tipo de daños para los dos tripulantes y los 82 pasajeros que llevaba en ese momento.

No obstante, el avión quedó dañado en su tren de aterrizaje, lo que impidió moverlo durante varios días de la ubicación en la que quedó, en medio de la pista. El aeropuerto tuvo que cerrarse y ningún vuelo pudo entrar o salir durante ese tiempo.

Los responsables del aeropuerto de Fuerteventura y de Aena, en coordinación con las instituciones locales, acordaron entonces modificar el proyecto de obras que ya estaba en marcha, para incluir una serie de cambios necesarios que permitieran convertir la pista paralela de rodaje preexistente en una de contingencias.

Así, el aeropuerto de Fuerteventura quedó dotado entonces con una pista de aterrizaje de 3.400 metros de longitud y otra de contingencias de 2.400 metros.

Fuera de uso

Un ejemplo del caos aeroportuario que representa la ausencia de esta segunda pista de emergencias es el incidente por el reventón de los neumáticos de un avión de la compañía TUI en dirección a Hamburgo el 18 de septiembre de 2017 y que ocasionó el cierre de la pista del aeropuerto de Fuerteventura.

Hasta 1.600 pasajeros se quedaron en tierra y otros 750 tuvieron que pernoctar en la propia terminal, después de la cancelación de un total de 17 vuelos, cuatro de llegada y 13 de salida, así como el desvío de siete vuelos de los que se recuperaron cuatro de madrugada.

En aquel momento, hubo críticas acerca de que Aena, en la práctica, había desmantelado esa pista secundaria, algo que se concreta ahora mediante real decreto.