Deberá decidir si se reabre el caso después de que se haya absuelto a Gloria Moreno de un supuesto delito de falsedad en documento oficial por advertir a sus superiores del presunto soplo
La Audiencia sustituye al juez Alba para decidir si se reabre la causa por el ‘chivatazo’ a los cazadores de pardelas en Alegranza
Deberá decidir si se reabre el caso después de que se haya absuelto a Gloria Moreno de un supuesto delito de falsedad en documento oficial por advertir a sus superiores del presunto soplo
La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas designó el pasado 9 de diciembre a la magistrada Oscarina Naranjo para que resuelva el recurso de apelación respecto al sobreseimiento de la causa que se seguía contra el agente del Seprona de Lanzarote Miguel Ángel Padial.
Naranjo sustituye como ponente al juez Salvador Alba, que ha sido suspendido como juez y condenado a seis años y medio de cárcel por conspirar contra la diputada de Podemos y magistrada en excedencia, Victoria Rossell.
En esa causa se investiga si Padial advirtió en alguna ocasión a los cazadores furtivos de pardelas en Alegranza de que iban a ser sorprendidos. La sargento Gloria Moreno tuvo conocimiento de ese posible chivatazo e informó a sus superiores.
El caso llegó al Juzgado número 3 de Arrecife y el magistrado Rafael Lis, también sancionado por el Consejo General del Poder Judicial y ya jubilado, lo archivó sin llamar a declarar ni al investigado ni a los testigos.
Tras el archivo, fue Padial quien denunció a Moreno por un presunto delito de falsedad en documento oficial, del que ha sido absuelta recientemente.
En noviembre de 2018, la defensa de la sargento del Seprona presentó un recurso de reforma en el Juzgado de Instrucción número 3 de Arrecife para solicitar de nuevo la reapertura de este caso.
Más de un año después, aún no se ha tomado ninguna decisión y ahora deberá ser la nueva ponente quien decida si se debe seguir investigando.
Moreno puso en conocimiento de sus superiores que había conocido a través de un trabajador de la Estación de Doñana en Alegranza, Juan Jesús Moreno Rajel, que Padial podía haber pasado información sobre un operativo contra la caza ilegal de pardelas. Ese trabajador posteriormente negó esa información.
La representación de la sargento Gloria Moreno en el procedimiento considera que existen “indicios y evidencias suficientes que demandan realizar una investigación judicial y la consiguiente reapertura”
El hecho novedoso que hizo que se pidiera la reapertura fue la incorporación al procedimiento de la grabación de una conversación entre Enrique Jordán, dueño del islote de Alegranza, donde se producía la caza de pardelas, y el periodista Sergio Calleja.
A lo largo de la conversación, Jordán reconoce su relación de amistad con Fernando González Berriel, uno de los 10 condenados por el caso de las pardelas y hermano del supuesto receptor del chivatazo, también condenado.
El guardia Miguel Ángel Padial.
En esa conversación decía que esa relación de amistad se rompió porque se negó a seguir con la caza furtiva. “Si está prohibido, está prohibido”, se le oye decir. Revela que, cuando tenían amistad y González Berriel estaba en su casa de Alegranza, le llamó el propio Padial y añade: “Yo sé que Miguel Ángel Padial es un chivato de esta historia mil por mil desde que vino a Lanzarote”.
En la solicitud de reapertura al Juzgado se pide que testifiquen Padial, González Berriel y el trabajador de Doñana, entre otros. La defensa de Moreno considera que existen “indicios y evidencias suficientes que demandan realizar una investigación judicial y la consiguiente reapertura del proceso”.
Añade que todas esas pruebas “enseñan de una manera coherente, precisa y sin atisbos de duda, que la comunicación que hace Gloria Moreno a requerimiento del capitán Germán García, sobre lo que le refiere el testigo Juan Jesús Moreno Rajel acerca de que el guardia Miguel Ángel Padial filtra información a los cazadores furtivos de Alegranza, en concreto a los hermanos Gonzalez Berriel, es cierta”.
El pasado 10 de diciembre, la representación de Moreno pidió de nuevo que se admitiera como prueba esa grabación y remitió un escrito a la Audiencia Provincial en el que aportaba la reciente sentencia absolutoria.
Destaca en ese escrito que el trabajador de Doñana reconoció en su declaración durante la vista oral “haberle dicho a la sargento que un tal Miguelillo avisaba a un tal Carlitos”. “Y no debe olvidarse que a Juan Carlos Berriel se le conoce por Carlos y que dentro de ese destacamento de la Guardia Civil está el veterano componente del Seprona Miguel Ángel Padial”, señala el escrito.
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