El coronel jefe de la Comandancia de la zona de Canarias, Ricardo Arranz, envió una carta el pasado 9 de marzo al veterinario municipal de Arrecife, Javier López Vicente, en la que se disculpaba por la actuación de la sargento jefe del Seprona en Lanzarote, Gloria Moreno,  que investigaba irregularidades en la perrera de Arrecife.

El coronel contestaba así a una queja del veterinario, que se considera acosado por la sargento y que finalmente ha presentado una denuncia en los Juzgados de Arrecife contra ella y contra la concejal de Ganemos en Arrecife, Leticia Padilla, por los delitos de infidelidad en la custodia de documentos, revelación de secretos y calumnias.

La Dirección General de la Guardia Civil, a propuesta de la Comandancia de Canarias, decidió suspender durante tres meses sin empleo a Moreno por estos hechos, como medida cautelar. Aún no se ha cerrado el expediente y ni siquiera se ha cerrado la investigación sobre las posibles irregularidades en la perrera, que ha denunciado Ganemos.

Se archivó una denuncia de forma provisional contra el veterinario pero después continuó la investigación sobre otras posibles irregularidades en el tratamiento y la salida de animales de esa perrera.

En una segunda inspección se detecta que en casi cien casos se habría incumplido el periodo mínimo de permanencia en esas instalaciones, así como la entrega de más de 300 animales a una pareja que llevaba los perros a Alemania. De hecho, Coalición Canaria ha pedido en el Ayuntamiento que se investigue el destino de sus animales.

En esa carta, el coronel contesta a un formulario de queja del veterinario en el que exponía su malestar “al ser objeto de una persecución injustificada y arbitraria en el desarrollo de su actividad profesional por parte de la sargento jefe” del Seprona, “basada en una serie de denuncias por irregularidades en los libros de registro de la perrera municipal de Arrecife y posteriormente en la imputación de un delito de falsedad documental que fue archivado por la autoridad judicial competente con fecha 1 de febrero de 2018”.

El veterinario puso esos hechos en conocimiento de la Guardia Civil, en el cuartel de Costa Teguise, el pasado 21 de febrero, para que “se depuraran las responsabilidades disciplinarias que se estimen oportunas”.

El coronel contesta así: “Primeramente déjeme expresarle mis disculpas ante una actuación por parte de un componente de la Guardia Civil de esta Comandancia, en principio no acorde ni con la deontología profesional de esta institución ni con las funciones propias de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.

Avanza el expediente

También le informa al veterinario de que “ya se ha elevado la incoación de un expediente disciplinario interno para determinar la posible responsabilidad disciplinaria en que la referida suboficial hubiera podido incurrir” y de que su queja no tendrá, en ningún caso, la calificación de recurso administrativo.

Finalmente concluye: “Debo de agradecerle la formalización de su queja, ya que nos ayuda a mejorar cara al futuro y ofrecer al ciudadano un mejor servicio en todos los sentidos, esperando que las futuras relaciones que tenga con este Instituto sean más positivas, haciéndole saber que todas nuestras actuaciones van encaminadas a garantizar una mayor protección y seguridad de los bienes y personas, y que este equipo trabaja diariamente para dar un mayor servicio al ciudadano en todos los sentidos, y que en este supuesto su queja pudiera servir de antecedente ante conductas similares”.

Once días después de enviar esa carta, la sargento fue cesada en sus funciones sin que la afectada pudiera presentar un informe sobre los hechos, como es habitual en la mayoría de los casos. Anteriormente ya se le habían abierto cuatro expedientes, dos por faltas leves y dos graves. Dos de ellos se han archivado.

En todos los casos, no se trata de negligencias sino de acciones que sus superiores consideran que afectan a la buena imagen de la Guardia Civil por tramitar quejas de ciudadanos que habían puesto denuncias y fueron a interesarse por el estado en que se encontraban.

La sargento ha recibido diversos apoyos, tanto de organizaciones animalistas como ecologistas e incluso de la diputada del PSOE en el Congreso, Zaida Cantera, así como cientos de apoyos en una campaña en redes sociales y 3.500 firmas en change.org.

También fue galardonada por la Red de protección animal “en reconocimiento a su larga trayectoria profesional marcada por el compromiso insobornable con la protección de los animales y las numerosas actuaciones desarrolladas contra los delitos de abandono y maltrato a los animales”.