Pedro Fariña falleció en el Hospital de Fuerteventura el pasado 18 de febrero y su familia denunciará al Servicio Canario de Salud por un presunto caso de negligencia médica
La madre del joven fallecido en la Isla denunciará al SCS por negligencia médica
Pedro Fariña falleció en el Hospital de Fuerteventura el pasado 18 de febrero y su familia denunciará al Servicio Canario de Salud por un presunto caso de negligencia médica
La madre de Pedro Fariña, fallecido en el Hospital de Fuerteventura el pasado 18 de febrero, denunciará al Servicio Canario de Salud por un presunto caso de negligencia médica. El joven, de 22 años de edad, fue diagnosticado con una infección, pero le siguieron suministrando los inmunosupresores que tomaba para tratar la enfermedad de Crohn, a pesar de que estos disminuyen las defensas en el organismo.
Lola Monjero sabe que a su hijo, gallego pero residente en la Isla desde hace año y medio, ya nadie “se lo va a devolver”. Sin embargo, luchará por que casos como el de Pedro no vuelvan a repetirse. “Mañana me puede tocar a mí o a otro de mis hijos. Se deben tomar medidas”, insiste.
Por este motivo, un día después del fallecimiento del joven, su padre solicitó en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Puerto del Rosario la realización de una autopsia forense. Hasta la Isla se trasladaron forenses de Gran Canaria y Tenerife que ahora analizan los resultados para conocer con exactitud la causa de la muerte. El caso ya ha sido puesto en conocimiento de la Fiscalía.
Lola recuerda cómo su hijo fue diagnosticado con la enfermedad de Crohn hace cuatro años. Tras llegar a la Isla, acudió al médico de medicina general que lo desvió al hospital para ser supervisado por el especialista en digestivo. Al principio se le trató con unos sobres antiinflamatorios que “no le fueron suficientes”.
Al final, el especialista optó por tratarlo con Humira (inmunosupresores). Antes le realizaron una serie de analíticas y la prueba de la tuberculosis, que tuvieron que repetir al no ver claros los primeros resultados. Finalmente, en noviembre del año pasado empezaron a suministrarle inmunosupresores, unos fármacos que disminuyen la inflamación intestinal producida por la enfermedad de Crohn.
Lola recuerda cómo su hijo empezó a empeorar en diciembre del año pasado. “Adelgazó, le subía la fiebre hasta 39 y medio, dolores de cabeza, sudores nocturnos, anemia…”. Al ver que no mejoraba, acudieron a la cita con el médico de digestivo. Este le dijo que continuara tomando la misma medicación.
El 29 de diciembre Pedro acudió a Urgencias del Hospital. Allí, le hicieron una placa y analíticas de sangre y orina. “Las analíticas marcaban anemia, infección de orina y una serie de desajustes. Lo medicaron con antibióticos para una infección de orina sin detenerse en la placa que luego, en febrero, ya me dijeron que en ella se detectaba una posible neumonía”, denuncia su madre.
El malestar persistía y cinco días después fue al médico de cabecera de La Oliva. Este lo derivó de forma urgente al hospital. En el centro sanitario estaba de guardia su médico de digestivo que le dio más medicación y lo mandó de nuevo a casa. Dos días más tarde, el 5 de enero, volvió a la consulta de digestivo y éste “le siguió dando medicación y corticoides sin quitarle el inmunosupresor”.
Lola insiste en que una persona con inmunosupresor no puede tomar a la vez antibióticos. “Tenían que habérselos quitado mucho antes, pero le decía: sigue pinchándote que tienes un brote de Crohn”, lamenta la madre que ahora cuenta con el apoyo y asesoramiento de la Asociación Canaria Salud y Sonrisas.
"Ha fallado su médico"
El 29 de enero Pedro fue ingresado con fuertes dolores. “Pasó la noche en un pasillo y al día siguiente lo operaron”, recuerda Lola. Los médicos le quitaron diez centímetros de intestino después de encontrarse con ocho perforaciones en el mismo.
Tras una semana en planta y sin tener mejoría, el martes 13 de febrero ingresó en la UCI con tuberculosis. La infección bacteriana le había invadido la sangre y después de realizarle una punción medular se percataron de que también tenía la médula invadida. El domingo, día 18, Pedro falleció. “Antes de ingresar en la UCI con tuberculosis estuvo en contacto con médicos, enfermeros, pacientes y familiares”, alerta Lola.
A la espera de los resultados de la autopsia para tramitar la denuncia contra el Servicio Canario de Salud, esta mujer insiste en que “ha fallado su médico de digestivo que le dio un medicamento que no era el adecuado ni supo frenar la medicación y los pinchazos mientras se le trataba con antibióticos”. “Si mi hijo no se hubiera medicado con él hoy estaría vivo”, añade.
Lola agradece el trato de todo el personal que atendió a su hijo, pero cree que el especialista se cegó en tratar la enfermedad de Crohn y “no vio nada más”. A su juicio, “al bajar todas las defensas por tomar el inmunosupresor se activó la tuberculosis, que no la detectaron hasta el día 13 de febrero”. Sin embargo, Lola recuerda cómo un internista le dijo que “ya en la placa que le hicieron el 29 de diciembre se veía que posiblemente había una neumonía”. “Se fijaron en una infección leve de orina, pero no en la placa”, lamenta.
Comentarios
1 María del Pino Lun, 09/04/2018 - 13:09
2 Anónimo Lun, 09/04/2018 - 19:37
3 Carlos Lun, 09/04/2018 - 20:20
4 Teresa Garrido ... Lun, 09/04/2018 - 21:33
5 Amelia Rodrígu... Lun, 09/04/2018 - 22:44
6 Amelia Rodrígu... Lun, 09/04/2018 - 22:45
7 Fariña tita Mar, 10/04/2018 - 00:12
8 Pino roque Mar, 10/04/2018 - 08:17
9 Taqui Díaz Jue, 03/05/2018 - 14:46
10 jose manuel Vie, 28/12/2018 - 22:11
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