La aerolínea irlandesa Ryanair, la que más pasajeros aporta al aeropuerto César Manrique, cerrará su base en Lanzarote el próximo mes de enero. El cierre irá acompañado de un buen número de vuelos y conexiones con distintas ciudades de España y de Europa. Cancelará al menos cinco de las 29 rutas que tenía la pasada temporada de invierno con la Isla, y en otras reducirá las frecuencias.

El touroperador Thomas Cook, el más antiguo del mundo, que también gestionaba una aerolínea, ha quebrado. La compañía tenía previstos de forma directa 22 vuelos semanales con la Isla en la temporada de invierno.

Además, su filial alemana Condor ha pedido financiación económica al Gobierno alemán tras la quiebra de la matriz británica. Condor tiene previstos unos 12 vuelos semanales con la Isla desde Alemania. De forma inmediata se han conocido los planes de otras aerolíneas, como Iberia, Vueling, Jet2 o Easyjet de aumentar frecuencias o ampliar líneas, pero la situación es complicada.

Así lo reconocía el consejero de Turismo del Cabildo, Ángel Vázquez: “A nadie se le esconde que el panorama es complicado y la situación se presenta incierta, no sólo por el anuncio de cierre de la base de Ryanair, sino en general debido a diferentes factores, entre ellos, el Brexit, la posible entrada en recesión de Alemania, la quiebra de compañías germanas, entre otras circunstancias que afectan al mercado turístico”, admitía días atrás.

Sin embargo, en este contexto en el que el turismo en la Isla pudo llegar a tocar techo con tres millones de turistas y una ocupación por encima del ochenta por ciento, y después de muchos años sin aumentar la oferta alojativa, en Lanzarote se comienza a ver de nuevo un auge para nueva planta alojativa.

El Hotel Lava Beach, en Matagorda, ha sido el primer hotel de nueva planta inaugurado después de más de diez años. Es de cinco estrellas y tiene 154 habitaciones. Es el primero pero no parece que vaya a ser el único. El Ayuntamiento de Teguise ha concedido licencia para otro hotel de 709 plazas, que también ha solicitado hacer una nueva playa artificial, mientras que en Playa Blanca también tiene vía libre otro hotel, que se anuncia como el hotel más grande de Lanzarote, que tendrá cuatro estrellas y 720 habitaciones y ocupará unos 90.000 metros cuadrados.

Entre los tres proyectos citados suman más de dos mil nuevas plazas a la Isla. La oferta alojativa actualmente está en 71.822 plazas, cuando llegó a estar en el año 2010 en 74.077. El crecimiento, en todo caso, ha sido grande. En 1991 la Isla tenía solo 42.943 plazas y el gran despegue contemporáneo se produjo entre 2002 y 2008 cuando se crearon 12.000 plazas, la mayoría de ellas en realidad anuladas por la Justicia pero en funcionamiento.

Ante esta situación, las patronales canarias han pedido al Gobierno que active una campaña de promoción especial para el mercado británico y abra una ronda de negociaciones con otros turoperadores y aerolíneas, mientras que solicitan al Gobierno central, “como medida de extrema urgencia”, la reducción a cero de las tasas aeroportuarias.

Sobre el crecimiento de la planta alojativa, en la inauguración del Hotel Lava Beach, Asolan destacó que iba a elevar “la calidad del destino, permitiendo reconfigurar uno de los enclaves turísticos más importantes de la Isla no solo por la modernización de sus infraestructuras, sino de mejorar su reposicionamiento turístico”.

Por su parte, César Reyes, secretario insular de UGT, dice que espera que nadie se aproveche de la circunstancia del cierre de Thomas Cook. “Es una cosa temporal –asegura-, el mercado asumirá las plazas y se venderán a otros operadores porque no se trata de una caída de nuestro producto sino que esto lo puede abarcar otro operador”. Por tanto, cree que esta crisis no tiene que llevar despidos aparejados bajo ningún concepto, mientras que “la deuda que tengan las empresas irá por las vías correspondientes”.

La asociación Las Kellys señaló que esta quiebra debe servir para pensar en la quiebra “del modelo turístico de masas que conlleva explotación”. La portavoz del colectivo en Lanzarote, Myriam Barros, dijo que “el modelo de turismo actual se tiene que acabar” y recordó que su asociación colabora con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en un proyecto sobre cómo abordar un cambio en el modelo turístico, que sea sostenible y socialmente más justo.

Barros destaca que el turismo de masas no revierte en la ciudadanía y en los trabajadores y trabajadoras y defiende que es necesario dar pasos para que el modelo de la economía de Canarias mejore.