El socialista Pedro Sánchez se ha convertido este martes en presidente del Gobierno de España con el apoyo de 167 diputados, la abstención de 18 y el voto en contra de 165 diputados, entre ellos el de Ana Oramas, que ha incumplido el acuerdo de Coalición Canaria de abstenerse.

En su intervención este martes en el Congreso, Oramas reiteró su anuncio lanzado el pasado sábado de que iba a votar en contra de la investidura de Pedro Sánchez.

"Por encima de mis intereses personales y políticos, por encima de los intereses de mi partido, están los de Canarias y los de mi país", dijo.

Oramas aprovechó su turno para pedir "disculpas" a su partido, del que destacó que ha sido "militante" durante 25 años.

La diputada de CC reconoció que "tenía que haber buscado la forma" para que su partido supiera cuál era su "voto en conciencia".

Por unanimidad del Consejo Político Nacional de Coalición Canaria se decidió que su representante en el Congreso se abstuviese.

Oramas lamentó este martes que sus "compañeros" de partido hayan sido "objeto de ataques infames".

"Los que me dicen que soy valiente y una 'Juana de Arco' son los que hace una semana me llamaban corrupta", afirmó la diputada nacionalista.

"Ni soy una facha ni la gente del PSOE está con los terroristas", agregó Oramas, quien dijo que era una "diputada sencilla" que no ha guardado "las formas".

Quevedo: "Me someto a mi partido"

Por su parte, el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, se dirigió al portavoz de Vox, Santiago Abascal, para recordarle que "solo" se somete a sus "ideas", a lo que "ordena" su partido y a los "intereses" de su "gente".

Quevedo sugirió que la única opción de gobierno pasaba por la presidencia de Sánchez. La alternativa, dijo, era que continuase el "bloqueo político", "terceras elecciones" y un "concurso para decir de quién es la culpa".

El diputado nacionalista destacó que Canarias "depende de un presupuesto justo y de un acuerdo suscrito" con el PSOE que, auguró, "lo notará la mayoría social" de las Islas.