Consejero de los Centros de Arte, Cultura y Turismo
Perdomo: “Nuestra prioridad es recuperar la esencia de los Centros, que los lanzaroteños se vuelvan a sentir identificados”
Consejero de los Centros de Arte, Cultura y Turismo
-¿En qué situación ha encontrado los Centros Turísticos?
-Lo primero que hicimos a nuestra llegada fue reunirnos con el director financiero y el de administración de los Centros. Lo que vimos más preocupante fue que los anteriores gestores estaban vendiendo los menús por debajo del coste. Solo con los turoperadores perdíamos por este concepto 1,2 millones al año, pero es que, además, en sus propios informes de evaluación, los gestores aceptaban unas pérdidas de 2,5 millones en el sector de la restauración, lo que es absolutamente ruinoso. En estos meses, lo que hemos hecho para revertir esta situación es, primero, actualizar todas las tarifas, de manera que ya en los Centros no se vende ningún menú por debajo del precio de costo, al contrario, se está empezando a ganar por los menús vendidos. En segundo lugar, estamos llegando a acuerdos con turoperadores en el cruce de ventas, para intentar que quien entre en los Centros consuma también en los restaurantes. Ya hemos cerrado acuerdos en el Castillo de San José, tanto para presupuestos como para menús individuales. Por otra parte, se ha reducido a 20 o 25 el número de platos que se oferta en las cartas. Mantener 40 platos era un quebranto para la restauración. El cocinero Orlando Ortega, que nos asesora, ha diseñado una carta maravillosa para el Monumento al Campesino, pero sobre todo lo que deseamos es recuperar la esencia gastronómica de los Centros, la comida canaria local y el producto de cercanía. En este sentido, estamos haciendo una apuesta decidida, incluso radical, por el producto local, los vinos de la denominación de origen, las cervezas artesanas, el vermout o la ginebra hecha en Lanzarote. Nuestro objetivo es convertir a los Centros en la punta de lanza del producto local. Para el sector agrícola, se están diseñando contratos marco, que incluyen listas de proveedores para que se integren todos los agricultores de Lanzarote interesados en vender directamente a los Centros. Se trata de prescindir de los intermediarios, de contactar directamente con el productor para comprar las papas, la cebolla, la batata... Estamos hablando de miles de kilos que se comprarán directamente y en un convenio marco que aporta seguridad al sector. También en este aspecto el cambio será tangible en pocos meses. Las tarifas suben y se introducirá el producto local y ecológico.
“Los anteriores gestores estaban vendiendo los menús por debajo del coste, aceptando unas pérdidas de 2,5 millones en restauración”
-¿Qué medidas se han tomado con las entradas y las tiendas?
-Hemos procedido a actualizar los precios de las entradas, manteniendo los bonos que incluyen todos los Centros y no solo, como se pretendía, los que llamamos grandes (la Cueva, Jameos y Timanfaya), con lo que se evita la incertidumbre de un cambio y se conserva el equilibro en toda la red. Y, ahora, estamos centrados en las tiendas, en el proceso de recepción de propuestas de los artesanos de Lanzarote que quieran vender sus productos en los Centros Turísticos. Nosotros queremos que las tiendas sean únicas, que lo que se compre en ellas no se encuentre en otro sitio. Y es que nos habíamos convertido en un bazar chino. Ya se está empezando a notar el cambio, aunque lento. La restauración va disparada, pero las tiendas no lo que deberían. Pondré un ejemplo: si recibimos tres millones de turistas y la recaudación en las tiendas es de tres millones de euros, quiere decir que el gasto medio se sitúa en un euro por turista. Eso ni es gestión ni es nada. Es una auténtica chapuza. Hay que revertir esa situación.
-¿Comparte la mención a la posibilidad de suspensión de pagos que hizo la presidenta del Cabildo, María Dolores Corujo?
-En el último Consejo de administración ya dimos a conocer la auditoría de cuentas de 2018, que arroja una deuda de 10 millones en concepto de canon al Cabildo. Yo simplemente voy a hacer la cuenta de la vieja. No hace falta ni saber de contabilidad para entenderlo. Coalición Canaria dice que cuando se fue dejó 14 millones de euros en las cuentas. Ahora vamos a restar: de esa cantidad, 12 millones corresponden a un ingreso del Fdcan de noviembre de 2018, una subvención que tiene que estar justificada en junio de 2020 porque no es nuestro dinero, sino del Gobierno de Canarias para inversiones finalistas. Nos lo hemos gastado en el proyecto Smart Island o el museo submarino, entre otros proyectos difíciles de contabilizar y de tocar, por así decirlo. Nos quedan dos millones. Que alguien me explique cómo vamos a pagar los 10 millones que debemos al Cabildo a corto plazo, ya que la deuda la han generado los anteriores administradores por no pagar el canon o trocearlo durante años: hay deuda en 2014, hay deuda en 2015, en 2016, en 2017 y en 2018. CC dice que hubo beneficios, pero a costa de no pagar el canon. Si se hubiese pagado, no los habría. Esa es la realidad de estos grandes gestores. La deuda con el Cabildo la tengo a corto plazo porque, como indican las propias auditorías de estos gestores -qué curioso-, se alargó el plazo a 2019 y, ahora, lo tengo que pagar yo. Sinceramente, tengo la impresión de que la anterior administración no gestionó esta empresa, se dedicó a hacer sus proyectos, el juguete tecnológico Smart Island, el museo submarino, proyectos intangibles, difíciles de cuantificar, en los que se gastó una millonada, sin pagar el canon, dejando una preocupante situación financiera y un enorme problema de tesorería. Si el Cabildo me pide pagarle el canon hoy, ¿cómo afronto las nóminas mañana? ¿Cómo pago a los proveedores? Hay unos gastos fijos mensuales de 500.000 o 600.000 euros en nóminas y 1,5 millones a proveedores. Claro que hay un riesgo. La deuda que han dejado es exigible. Si el Cabildo la exigiera, en este momento habría que cerrar la puerta.
“Queremos que las tiendas sean únicas, que lo que se compre no se encuentre en otro sitio. Nos habíamos convertido en un bazar chino”
-¿Cómo va la remodelación de Jameos y el macrorrestaurante proyectado en el anterior mandato en lo que era la Casa de los Volcanes?
-Hasta ahora lo único que hemos podido hacer es desatascar, para que la obra pueda concluirse de una vez. Se están viendo los daños que ha sufrido la cúpula sobre la que está la Casa de los Volcanes para determinar si técnicamente puede ir ahí un restaurante, o no, porque ya digo que la dañaron. Estamos hablando de una zona muy delicada. Desde luego, lo que no es viable es ubicar ahí un macrorrestaurante, como se pretendía. Esa idea está descartada. Podría ir una zona de eventos, de conferencias, como mucho una zona de cóctel... Pero no puedo dar una respuesta concreta antes de que se aclaren las cuestiones técnicas.
-¿En qué momento se encuentra la remodelación del Islote de la Fermina?
-En este caso, sí podemos decir que por fin se ha desatascado todo y se ha recepcionado la obra, quedando solo la firma del convenio para su puesta en marcha. No negaremos que ha sido un proceso costoso, muy tedioso. Hemos trabajado paralelamente en dos frentes: por un lado, en el convenio con el Ayuntamiento de Arrecife y, por otro, en la recepción de obras. Hemos tenido muchos problemas en este aspecto, desde pérdidas en la piscina, retrasos en la llegada del material, defectos de obra... Había que dejarlo todo bien recepcionado, como así ha sido. Así que, aunque no me arriesgo a poner fecha, estamos hablando de pocos meses para que el Islote esté en uso. Nuestra propuesta es que se convierta en el sitio de celebración de eventos por excelencia, por lo que sería buena idea trasladar allí Jameos Festival. Y también será el lugar adecuado para apoyar los deportes acuáticos, como el piragüismo o la vela.
“Habrá contratos marco para los agricultores de Lanzarote interesados en ser proveedores directos de los Centros, sin intermediarios”
-¿Qué planes tienen para los tres nuevos espacios integrados en la red de Centros: el museo submarino, la Casa Amarilla y el Museo Arqueológico?
-Esperemos que este año dejen de estar en la cuenta de pérdidas y ganancias de los Centros. Con eso, está todo dicho. En el caso del museo submarino, esperamos quitarnos de encima la gestión directa, que lo gestione otro o que se abra para disfrute público, pero que no repercuta más en nuestra cuenta porque supone unas pérdidas de 200.000 euros al año. Lo mismo ocurre con la casa de la calle Fajardo, que también supone 190.000 euros al año en pérdidas. En estos momentos, lo que hay en la casa son dos pasillos laterales con una exposición. Lo lógico es que el Área de Patrimonio del Cabildo se ocupe de ese edificio y de los elementos arqueológicos que están expuestos. Y en cuanto a la Casa Amarilla, que también se traspasó a los Centros en el anterior mandato, las pérdidas ascienden a 140.000 euros al año. En este caso, quizá podría asumirlo Juventud.
-¿Qué tipo de usos plantean para centros como los Jameos del Agua, con grandes eventos como Jameos Festival o la Fashion Weekend? ¿Funcionan realmente a nivel promocional?
-Nuestra prioridad absoluta es recuperar la esencia de los Centros, que los lanzaroteños se vuelvan a sentir identificados con los Centros Turísticos. Antes, los isleños querían casarse en el Campesino, era un orgullo celebrar allí el bautizo de un hijo. Eso ya no ocurre y es lo que creo que hay que recuperar, pero con la misma calidad que dábamos. Si la pregunta es si Jameos Festival tiene cabida en Los Jameos, la respuesta es no. Sí es adecuado a otro tipo de formato, conciertos más tranquilos, que no impliquen gente pasada de alcohol vomitando en los jardines o vasos flotando en el agua del lago. Eso no tiene cabida en ese espacio. Además, tampoco tenía una repercusión turística. Era un fiesta para los residentes. Los Centros de Lanzarote no necesitan ese tipo de repercusión, sino la del cuidado del arte, de la cultura y del turismo, como su propio nombre indica. Respecto a la Fashion Weekend, este año se va a conservar la cita, aunque será la última de prueba porque cada edición nos ha costado 165.000 euros, con impacto promocional prácticamente cero y, desde luego, no vamos a mantener nada deficitario. Así que estamos trabajando en patrocinios con entidades públicas y privadas acostumbradas a esponsorizar este tipo de eventos. No es lo mismo aportar el cien por cien de la financiación, que una tercera parte.
“Esperamos que este año dejen de estar en la cuenta de pérdidas y ganancias de los Centros el museo submarino, la Casa Amarilla y el Museo Arqueológico”
-¿Por qué cree que se iniciaron estas propuestas tan caras si, al final, no lograban el objetivo de promoción?
-Lo desconozco. Me he encontrado con muchas cosas raras en esta empresa, empezando por el impago del canon, pero hay muchas otras cuestiones inexplicables. Al final, he llegado a la conclusión de que no había una línea de gestión firme. Hablando coloquialmente, aquí todo el mundo hacía lo que le daba la gana y el consejero lo permitía sin hacer cuentas ni analizar las repercusiones. Se estaba más pendiente de los juguetes tecnológicos, como el proyecto Smart Island que de la gestión de los Centros. Un proyecto, por cierto, que también pensamos que debe pilotar el Cabildo. Los Centros han sido el cajón de sastre de las ocurrencias del Cabildo, quizá porque desde aquí se contrataba de forma muy fácil. Los Centros tienen que dedicarse a cuidar la obra de César e impulsar el arte y la cultura, que fue la función para la que se concibieron. Y, evidentemente, a ayudar a la población lanzaroteña. Por eso vamos a comprar el producto a los agricultores y artesanos de la Isla. Lo recalco de nuevo: los Centros de arte, cultura y turismo tienen que recuperar su esencia.
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