Tras la pelea la víctima "estaba viva", aunque inconsciente
Tres de los procesados atribuyen el golpe que mató a Fervorini a Adonay S.G.
Tras la pelea la víctima "estaba viva", aunque inconsciente
Tres de los cinco acusados de asesinar al ciudadano italiano Davide Fervorini en 2018 en un alpendre abandonado en Las Palmas de Gran Canaria han coincidido este lunes por la tarde en que el único golpe mortal posible es el propinado por otro de los procesados, Adonay S.G., con una piedra.
Según la versión expuesta ante el Jurado por los acusados Rubén P.S., Alejandro A.S. y Wilson Enrique Q.B., los golpes que le dieron a Fervorini eran para reducirlo, no para matarlo, y tras la pelea la víctima "estaba viva", aunque inconsciente.
El fiscal solicita en este juicio condenas que oscilan entre los 28 y los 34 años de cárcel por delitos de asesinato, robo con fuerza en vivienda habitada y contra la salud pública.
Rubén P.S., Alejandro A.S. y Wilson Enrique Q.B. han asegurado que no pensaron que Fervorini pudiese morir a causa de los golpes y que nunca llegaron a ver el cuerpo tras la llave "Mataleón" que le dejó inconsciente.
Los tres han coincidido en su declaración y han alegado que el plan era robarle el dinero que había cobrado por el traspaso de su club de cannabis en La Isleta.
El único golpe en el que no estuvieron presentes fue el que propinó a solas Adonay S.G. con una piedra, que precipitó contra Fervorini, de acuerdo con su relato.
Según han asegurado, Adonay S.G. dijo que Fervorini estaba dormido y que todo estaba bien, lo que despejó las dudas de los demás, que ante la tranquilidad de su actitud confiaron en su versión.
Así lo ha explicado Alejandro A.S. que ha asegurado estar “arrepentido de lo ocurrido” y “decir toda la verdad”. De acuerdo con su declaración, “ningún golpe fue mortal, solo el de la piedra”, que propinó Adonay S.G “por su propia voluntad, porque nadie le incitó a eso”.
Cuando la víctima estaba dormida y Adonay S.G. lo arrastra hasta el interior, Alejandro A.S. ha explicado que oyó "a la chica gritar que la había reconocido” y a Adonay S.G. con “algo en la mano”.
Ante esta situación le gritó “¿qué vas a hacer hijo de puta?” y corrió hacia adentro para tratar de pararlo. Cuando a escuchó el golpe se quedó “paralizado”, según ha declarado, momento tras la que hubo una discusión en la que le pidió explicaciones de lo ocurrido.
Según el acusado le insistió en decir la verdad a lo que Adonay S.G. le tranquilizó. "Me dijo que estaba todo bien, muy tranquilo y sereno”, por lo que “nunca pensé que acabase de matar a alguien”.
Por su parte, Rubén P.S. ha confesado que le dio varios golpes en el cuerpo a la víctima con un bate durante el forcejeo, pero no en la cabeza ni mortales, con la única intención de reducirlo.
Rubén P.S. sí que ha asegurado que escuchó a la procesada Sophia Valinhas G.B.M. diciendo “mátalo”, porque le había reconocido y amenazado momentos antes de los golpes de la piedra.
“No pudimos interceder para que Adonay S.G. no lanzase la piedra, estaba a varios metros”, y era algo que “no se había hablado antes”.
El acusado Wilson Enrique Q.B., que llevaba apenas unos meses en la isla, ha explicado que entró "en una casa a robar”, porque "estaba mal de dinero".
Aunque oyó un golpe fuerte no llegó a ver en qué lugar del cuerpo se había golpeado con la piedra a Fervorini. "Nunca pensé que hubiera una persona muerta”, ha dicho.
Todos ellos han alegado ser consumidores de diferentes tipos de drogas, que también tomaron la noche de los hechos, y no haber visto el cuerpo, que fue encontrado días después cubierto por tablones.
También han coincidido en llevar todos ropa oscura, guantes y gorros o capuchas que les ocultase parte del rostro, prendas que arrojaron a un barranco tras el robo.
Según han declarado, no propinaron patadas ni estrangularon a la víctima.
Todos ellos han confirmado que tras los hechos usaron las llaves de Davide Fervorini para entrar en su domicilio para robarle el dinero del traspaso, que no encontraron, por lo que sustrajeron objetos de valor y varias plantas de marihuana.
Por su parte, Layonel S.G., acusado de un delito contra la salud pública y por el que la Fiscalía pide cuatro años de cárcel, ha declarado que la droga encontrada en su domicilio no era suya, sino de Rubén P.S., quien ha confirmado su versión.
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