El Juzgado de Instrucción número 4 de Arrecife ha abierto diligencias previas contra tres agentes del Seprona de Lanzarote por una querella presentada por la sargento Gloria Moreno, que considera que podrían ser autores del delito de omisión de perseguir delitos.

Es la tercera querella interpuesta por Moreno que se admite a trámite: una contra el general Sánchez y el coronel Arranz en un Juzgado de Instrucción por prevaricación, otra contra el coronel, el capitán Germán García y un agente en el Tribunal Militar Central por la posible comisión de un delito de abuso de atribuciones en su modalidad de acoso profesional o laboral, y esta última.

En este último procedimiento, los tres querellados son tres agentes que trabajan en el Seprona y que, a su vez, presentaron una queja interna por supuesto acoso, la que se abrió uno de los ocho expedientes a la sargento.

Ninguno de los expedientes, hasta ahora, ha finalizado su recorrido administrativo y judicial de forma desfavorable para Moreno, que también tendrá que enfrentarse a un juicio el próximo martes por falsedad documental por advertir de que uno de eso tres agentes podía ser un "chivato" de los cazadores furtivos.

En la querella se pone de manifiesto que los tres agentes resultaron sancionados en diciembre de 2017 al considerarles responsables de la infracción de "eludir la tramitación o resolución de cualquier asunto profesional u omitir conscientemente una actuación a la que venga obligado por su función, destino o cargo".

Según la querella, dos de los agentes conocían que se había cometido un posible maltrato animal y no incoaron el correspondiente atestado policial, ni pusieron los hechos en conocimiento de la autoridad judicial. Además, tenían conocimiento de la existencia de otras tres denuncias por presuntos delitos continuados de maltrato animal.

“Conocedor de las denuncias”

El otro querellado, aunque no fue sancionado, "era perfectamente conocedor de las denuncias, y actuó de igual forma que ellos, omitiendo la incoación del ineludible y preceptivo atestado policial". Esas denuncias prosperaron finalmente y se resolvieron con sendas condenas penales

Por esos hechos, a la sargento se le abrió un expediente disciplinario que fue declarado sin responsabilidad por caducidad aunque fue reabierto por falta grave por haber comunicado a la asociación Huella a Huella que no constaban actuaciones sobre sus denuncias. Ese expediente finalizó sin responsabilidad para la sargento.

Ninguno de los mandos que participó en el expediente a la sargento (que no tuvo responsabilidad en los hechos) denunció a los agentes que no habían tramitado las denuncias y que podrían ser responsables de la posible comisión del delito consistente en omitir la persecución de determinados delitos al no haber instruido el atestado.