Luz Marina Padilla regresa con el libro La Memoria del Viento para inmortalizar las costumbres majoreras
Una vida llena de sentimientos y tradiciones a flor de piel
Luz Marina Padilla regresa con el libro La Memoria del Viento para inmortalizar las costumbres majoreras
Luz Marina Padilla es una de las vecinas de Fuerteventura más queridas por su amor por las tradiciones y la naturaleza. Una majorera ilustre, maestra de muchos oficios artesanales y una gran oradora que ha sabido escuchar a los mayores más sabios para dejar constancia de ese legado y patrimonio identitario para la posteridad. En cada trabajo muestra una sensibilidad a flor de piel que enamora y cautiva al público. La escritora regresa de nuevo con La Memoria del Viento, un libro para recoger las costumbres y tradiciones del pueblo majorero.
Luz Marina Padilla Ruiz (1963), nació en Chileguas (Pájara) y es escritora, animadora social y una enamorada de las tradiciones y la naturaleza de Canarias. Con su labor conquistó a los corazones de los mayores de Fuerteventura durante su etapa como trabajadora en el Centro de la Tercera Edad de Antigua, y los de los niños con sus cuentos e historias campesinas.
Luz Marina se crió en Telde, estudió en el colegio Esteban Navarro Sánchez, y regresó a Fuerteventura hace unos treinta años por motivos laborales. “Este amor e inquietud por conocer todas las tradiciones canarias empecé a sentirlas desde muy niña por la influencia de mi madre, majorera, Aurora Ruiz Brito”, desvela Luzma. “Ella, al zoco de una cucaña, me contaba cuentos e historias tradicionales que me transportaban en el tiempo y me colmaban de sueños e ilusiones”, describe emocionada.
Luzma se afincó en el Valle de Santa Inés y ha transmitido con cariño y pasión todo ese saber popular y cultural a su hija. “Mis padres emigraron a Gran Canaria en los años 70 para trabajar, buscando un futuro mejor, ya que eran medianeros en la zafra de tomates y trabajaban en lo que había en aquella época”, rememora.
Padilla ultima este año su trabajo bibliográfico La Memoria del Viento, que atesora historias, anécdotas y tradiciones recogidas de los mayores de Fuerteventura que cuentan de forma oral a las nuevas generaciones y se las llevan a la tumba. “Es una pena que se pierda toda esa cultura e identidad de este pueblo, y por eso quería rescatar el sentir y la forma de vida de muchas personas mayores de la Isla para que no se pierda cuando se mueran”, constata. Un trabajo muy deseado que ha elaborado con mucho mimo y esmero.
El viento siempre está presente en su obra, como en el clima de Fuerteventura. En 2014 la autora entusiasmó a los majoreros en las bodas de plata de la Feria Insular del Libro de Fuerteventura con La Isla del Viento, un cuento editado dentro del Programa de Animación Cultural (PAL) que recoge la historia de un taller de cometas en Antigua. “Desde niña, mi madre buscaba el momento de reunirnos a los hermanos y deleitarnos con sus historias”, explica.
La historia de La Isla del Viento es la de una niña. “Una noche soñó cómo el viento le hablaba de sus ansias de libertad porque estaba enredado por las injusticias que pasaban en el mundo”. “Recuerdo que fue muy bonito porque al final del taller echamos a volar una cometa con los mayores y fue precioso, conseguí despertar esa infancia que llevaban dentro, se liberaron y disfrutaron mucho”, resalta.
Otra obra que es un referente en su vida es el libro guía Las Vereditas, dedicado a recopilar hierbas curativas de Betancuria cuando no había médicos. Un botiquín imprescindible para las familias campesinas majoreras que se ha perdido con el paso del tiempo. Una farmacia verde con plantas silvestres y medicinales que se fraguó en las charlas, encuentros y excursiones con los mayores del municipio.
“Los mayores buscaban plantas, las recogían y las olían, así que les propuse hacer un trabajo de recolección de todas ellas, nombrarlas, conocer sus propiedades curativas, y les encantó la idea. Hicimos varias excursiones por los pueblos de Betancuria, recolectamos las plantas, luego hicimos un secadero y después empezamos a envasarlas. Así creamos una especie de farmacia verde, y llenamos una estantería de botes con las diferentes hierbas”, rememora Luzma.
Hojas y tallos de mimo para bajar una inflamación, la flor y la semilla del azafrán se empleaban como colorante, y purgante y anticatarral en infusiones. “El acebuche combate el dolor de garganta, la hipertensión, la fiebre y el estreñimiento; el hinojo o anís silvestre es bueno contra el mal de estómago; y de la aulaga se hacían en otros tiempos infusiones para combatir la ictericia en otro tiempo” detalla. Un volumen que está agotado en su primera edición y ojalá que ayuden para que salga una segunda “porque lo ha pedido mucha gente que adora todas estas tradiciones”.
La autora majorera organizó la representación teatral Guise y Ayose: los orígenes, que se escenificó el 29 de septiembre y que logró un rotundo éxito. Los personajes interpretaron con gran realismo la leyenda de los reyes Guise y Ayose, que mandaban en los dos reinos de Maxorata y Jandía, separados por un muro; y la profecía de Tibiabín. Una pieza teatral didáctica en la que se implicó de forma mayoritaria la población de Betancuria y que fue grabada en vídeo para proyectarse en un futuro y dar a conocer las leyendas de Fuerteventura.
“Fue muy emocionante porque se elaboró y redactó el guión poco a poco con todo el alma, y luego se fueron pensando las escenas de la pieza teatral aborigen y el vestuario. Me sorprendió la implicación de los vecinos; los más mayores recordaron que en el pueblo del Valle de Santa Inés siempre hubo una gran tradición teatral en Betancuria gracias a las maestras de las escuelas rurales y la propia gente que organizaba obras religiosas por Navidad con un escenario”, transmite Luzma.
La música y las interpretaciones fueron tan excelentes que mucha gente ha pedido que se repita. Los actores no eran profesionales sino los propios vecinos y fue impactante ver el sentimiento y el corazón que pusieron todas las personas en esa obra. “Por suerte, la pieza teatral se grabó en vídeo y puede ser una herramienta didáctica muy necesaria para proyectarla en los colegios de Fuerteventura, enseñar tradiciones, e incluso para los turistas y que se promocione la historia aborigen”, expone Luzma.
La salida de los reyes Guise y Ayose cautivó al público, con su imagen, su desfile, su postura y los diálogos. Un narrador desgrana la historia de la conquista cuando los reyes preguntan a las adivinas sobre el futuro y alertan de que llegarán por mar los invasores. “Por motivos personales no pude estar en los ensayos y luego en directo todo el montaje, luces, vestuario, sonido... y eligieron una música muy bonita, y todo me impactó mucho” resalta, y asegura que “nunca olvidará ese día en la Plaza de la Vega de Río Palmas”. Aunque en los últimos días Luz Marina ha pasado por momentos delicados de salud, su fortaleza y sus ganas de vivir animan a su corazón a latir con fuerza e irradiar esa energía positiva, con una personalidad tan brillante como su nombre.
Comentarios
1 Majorero Mié, 19/12/2018 - 12:13
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